
18 de agosto de 2025 a las 18:36
Transición sin baches en la SCJN: Aguilar Ortiz lo garantiza.
La llegada de una nueva administración a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) siempre genera expectativas y, en esta ocasión, no es la excepción. El ministro Hugo Aguilar Ortiz, presidente electo de la SCJN, ha tomado la delantera en la comunicación, transparentando el proceso de transición y asegurando una continuidad en la labor del máximo tribunal del país. Su diálogo abierto con la actual ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, es una señal alentadora que demuestra la madurez institucional y el compromiso con la justicia por encima de cualquier diferencia.
La posibilidad de que el nuevo pleno conozca las entrañas de la Corte antes del 1 de septiembre es una estrategia inteligente que permitirá una toma de posesión informada y eficiente. Imaginen a un director de orquesta tomando la batuta sin haber conocido previamente a los músicos ni la partitura. De la misma manera, familiarizarse con la dinámica interna, los procedimientos y la carga de trabajo existente, permitirá a los nuevos ministros entrar en acción desde el primer día, sin curvas de aprendizaje pronunciadas.
La promesa de una transición sin baches es un bálsamo para la ciudadanía, que espera de la SCJN la resolución justa y oportuna de los casos que llegan a sus manos. En un país con una compleja realidad jurídica, la continuidad en la operación del máximo tribunal es fundamental para mantener el estado de derecho y la confianza en las instituciones. El compromiso expresado por el ministro Aguilar Ortiz de cumplir con el mandato constitucional es un recordatorio de la responsabilidad que asumen él y sus colegas ante la nación.
La cifra de 1,500 asuntos pendientes que hereda la nueva administración es un reto considerable. Si bien representa una fracción del total de casos que recibe la Corte anualmente –alrededor de 8,000, de los cuales el 80% se desechan–, cada uno de ellos representa una historia, una controversia que espera una resolución definitiva. La eficiencia en la gestión de estos casos será clave para evitar que la justicia se retrase y para que la SCJN mantenga su papel como garante de los derechos de todos los mexicanos.
La propuesta de implementar acuerdos generales para agilizar trámites, debates y tomas de decisiones es un paso en la dirección correcta. La burocracia y los procedimientos engorrosos pueden ser un obstáculo para la justicia pronta y expedita. Simplificar los procesos, sin comprometer la rigurosidad jurídica, permitirá a la Corte atender un mayor número de casos y responder con mayor celeridad a las demandas de la sociedad.
Las reuniones semanales del nuevo pleno para discutir propuestas como la reorganización de la Secretaría General de Acuerdos y la Subsecretaría son muestra de la proactividad del ministro Aguilar Ortiz y su equipo. Estas áreas son el motor operativo de la Corte y su correcto funcionamiento es crucial para el desempeño del máximo tribunal. La búsqueda de consensos en estas decisiones internas fortalece la cohesión del pleno y sienta las bases para un trabajo conjunto y eficaz.
En definitiva, la transparencia y la comunicación proactiva del ministro Hugo Aguilar Ortiz son señales esperanzadoras para el futuro de la SCJN. La ciudadanía espera que la nueva administración esté a la altura del desafío y que la justicia siga siendo la piedra angular de nuestro sistema democrático. Los próximos meses serán cruciales para comprobar si las promesas se traducen en acciones concretas y si la Corte logra responder a las expectativas de una sociedad que demanda justicia, imparcialidad y eficiencia.
Fuente: El Heraldo de México