La energía crepita en el aire. Un calor diferente al del verano, un cosquilleo que anuncia la llegada del Portal del León. Sirio, la estrella más brillante, guiña un ojo cósmico al Sol en Leo, y una puerta dorada se abre ante nosotros. No es una puerta física, claro, sino energética. Un puente entre lo que soñamos y lo que podemos manifestar. El universo nos susurra al oído: "Este es tu momento". Leo, el rey del zodiaco, ruge en nuestro interior, recordándonos nuestra propia fuerza, nuestro propio brillo. No es casualidad que este portal se abra en su temporada. Leo, el fuego del corazón, nos impulsa a conectar con nuestra esencia, con la valentía que reside en cada uno de nosotros.

Este 8 de agosto, el cosmos se alinea para regalarnos una oportunidad única. La abundancia no es algo lejano, etéreo, inalcanzable. Está aquí, a nuestro alcance, esperando a que la invitemos a entrar en nuestras vidas. El Portal del León amplifica nuestros deseos, les da alas, los impulsa hacia la realidad.

Muchos ya sienten la vibración, la anticipación. En sus manos, una hoja de papel se transforma en un lienzo de sueños. Con tinta y con corazón, plasman sus anhelos más profundos: prosperidad, amor, salud, paz interior. Cada palabra escrita vibra con la energía del portal, se carga de un poder especial.

Con cada doblez del papel, la intención se fortalece. Tres dobleces, tres afirmaciones de que lo merecemos, de que estamos listos para recibir. El fuego, elemento transformador, danza al contacto con el papel. No lo consume, lo transmuta. Las palabras escritas se convierten en humo, en energía pura que asciende al cielo, llevando consigo nuestros deseos al corazón del universo.

El viento, mensajero cósmico, dispersa las cenizas, esparciendo nuestra intención por el mundo. Un sentimiento de gratitud profunda nos inunda. Agradecemos al universo por esta oportunidad, a nuestros guías espirituales por su constante apoyo, al fuego por su poder transformador, y a nuestra propia alma por estar presente, por ser el receptáculo de esta magia.

Este no es un simple ritual. Es una declaración de poder, una afirmación de merecimiento. Es la certeza de que somos co-creadores de nuestra realidad, y que en este momento, con el Portal del León abierto de par en par, tenemos el poder de manifestar la vida que siempre hemos soñado. La energía fluye, la abundancia nos llama. ¿Estás listo para responder?