Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Ciencia

5 de agosto de 2025 a las 00:20

Descubren ingrediente de vida en el espacio

El universo, un lienzo oscuro salpicado de luz estelar, nos ha regalado un nuevo enigma, una pieza crucial en el rompecabezas de la existencia. Gracias a la mirada penetrante del telescopio espacial XRISM, una joya tecnológica fruto de la colaboración internacional entre JAXA, NASA y ESA, hemos detectado, por primera vez, la inconfundible huella del azufre en el espacio interestelar, no solo en su forma gaseosa, etérea e invisible al ojo humano, sino también en su estado sólido, como diminutos granos de polvo cósmico.

Imaginen la vastedad del espacio, un océano de gas y polvo donde nacen y mueren las estrellas. En este escenario cósmico, el azufre, un elemento fundamental para la vida tal y como la conocemos, juega un papel protagonista. Hasta ahora, su presencia se había teorizado, se intuía su existencia como un fantasma entre las estrellas. Pero el XRISM, con su capacidad para detectar los sutiles rayos X emitidos por los átomos, ha logrado desvelar el secreto: el azufre existe, persiste y se transforma en el corazón del cosmos.

La detección del azufre en ambos estados, sólido y gaseoso, no es una simple curiosidad científica. Es una revelación que sacude los cimientos de nuestro entendimiento sobre la formación de planetas y la posibilidad de vida más allá de la Tierra. Confirma que este elemento esencial puede sobrevivir a las inclemencias del espacio interestelar, viajando a través de nubes de gas y polvo, incrustándose en cometas y asteroides, y finalmente, depositándose en planetas en formación.

El estudio, que ha analizado meticulosamente las firmas espectrales del azufre, ha revelado un dato sorprendente: aproximadamente el 40% de este elemento se encuentra “depletado”, es decir, oculto en forma sólida. Esta “depleción” ha intrigado a los astrofísicos durante décadas. Los modelos teóricos predecían una mayor cantidad de azufre libre en el gas interestelar. ¿Dónde se escondía el resto? El XRISM ha proporcionado la respuesta: el azufre “desaparecido” se encuentra atrapado en los granos de polvo cósmico, esas minúsculas partículas que flotan en el espacio y actúan como semillas para la formación de planetas.

Las implicaciones de este descubrimiento son trascendentales. Si el azufre, en su forma sólida, puede incorporarse a los planetas durante su formación, entonces las probabilidades de que existan mundos lejanos con las condiciones necesarias para la vida aumentan exponencialmente. Imaginen la posibilidad de que, en algún rincón remoto del universo, el azufre, transportado en granos de polvo interestelar, haya contribuido a la formación de aminoácidos y proteínas, las moléculas esenciales para la vida.

Más allá de la astrobiología, este hallazgo nos proporciona una ventana al pasado, a las etapas tempranas de formación de estrellas y sistemas planetarios. El azufre, como un testigo silencioso de la evolución cósmica, nos revela los secretos de la química interestelar. Ahora, armados con este nuevo conocimiento, podemos refinar nuestros modelos cosmológicos, ajustarlos a la realidad observada y comprender con mayor precisión cómo se distribuyen y evolucionan los elementos en el universo. El XRISM, con su aguda visión de rayos X, nos ha abierto una nueva puerta al conocimiento. La búsqueda de los orígenes de la vida, una búsqueda tan antigua como la humanidad misma, continúa.

Fuente: El Heraldo de México