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25 de julio de 2025 a las 03:30
Ejército y Marina buscan a Ana Ameli en el Ajusco
La angustia se palpa en el aire, espesa como la neblina que a menudo cubre las laderas del Ajusco. Ya son trece días desde que Ana Amelí García Gamez, estudiante de Biología de la UNAM, se adentró en la imponente naturaleza del Pico del Águila y se desvaneció sin dejar rastro. Trece días de incertidumbre, trece días de una búsqueda incansable que, hasta el momento, solo ha devuelto silencio. La esperanza, sin embargo, se aferra con tenacidad a cada brizna de hierba, a cada roca, a cada rincón de ese majestuoso paisaje que ahora guarda un secreto desgarrador.
La desesperación de la familia es palpable. Ricardo García, padre de Ana Amelí, ha alzado la voz, un grito desgarrador que busca resonar en los oídos de las más altas esferas del poder. Su petición, dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, clama por el apoyo de las fuerzas castrenses: SEDENA, SEMAR y Guardia Nacional. "Recuperar a Ameli con vida" es la súplica que resuena en sus palabras, un anhelo compartido por una comunidad que se ha unido en la búsqueda de la joven. ¿Será posible que la maquinaria del Estado, con toda su potencia y recursos, se sume a este esfuerzo titánico y ayude a traer de vuelta a Ana Amelí?
La complejidad del terreno se suma a la agonía de la espera. El Pico del Águila, imponente y desafiante, se erige como un obstáculo formidable para las brigadas de rescate. La altura, el clima cambiante, la densa vegetación, todos conspiran para dificultar la tarea de quienes se adentran en sus entrañas con la esperanza de encontrar alguna pista. Cada día que pasa, la angustia crece, la incertidumbre se agudiza, y la pregunta sigue resonando: ¿Dónde está Ana Amelí?
Un testigo, un hombre que descendía del Pico del Águila la noche del 12 de julio, asegura haberla visto entre las 19:00 y las 21:00 horas. Un destello de esperanza en medio de la oscuridad, una pista que, sin embargo, no ha conducido aún al encuentro anhelado. ¿Qué ocurrió después? ¿Qué camino tomó Ana Amelí? Las preguntas se multiplican, alimentando la incertidumbre y la desesperación.
La solidaridad, sin embargo, se levanta como un faro en la tormenta. Colectivos, familiares de desaparecidos y ciudadanos anónimos se han unido a la búsqueda, convocados por un llamado a la acción que se ha propagado a través de las redes sociales. Este viernes 25 de julio, a las 6:30 de la mañana, partirán desde el Metro Chabacano, dispuestos a recorrer palmo a palmo las laderas del Ajusco, con la firme convicción de que Ana Amelí está ahí, esperando ser encontrada.
La búsqueda continúa. La esperanza persiste. La solidaridad se fortalece. Y en cada corazón late la misma plegaria: que Ana Amelí regrese a casa. El Ajusco guarda silencio, pero en sus entrañas se libra una batalla contra el tiempo, una lucha contra la desesperanza, una carrera por la vida.
Fuente: El Heraldo de México