
Inicio > Noticias > Entretenimiento
24 de julio de 2025 a las 20:30
Siddhartha une 35 mil voces en un canto al amor y la nostalgia
La noche oaxaqueña se vistió de gala. Bajo un cielo estrellado que parecía vibrar al ritmo de la música, la Alameda de León se transformó en un mar de gente, un océano de emociones desbordadas por la potencia del rock pop alternativo de Siddhartha. Más de 35 mil almas, unidas por la melodía, corearon cada verso, cada estribillo, en una comunión musical que trascendió edades y estratos sociales. Julio, mes emblemático de la Guelaguetza, se impregnó de una energía renovada, una Primavera Oaxaqueña que floreció con la promesa de la recreación y el acceso a la cultura para todos. El concierto gratuito, una ofrenda al espíritu festivo de Oaxaca, reafirmó el compromiso del gobierno con la democratización del arte y el entretenimiento.
Desde el primer acorde de "Como Queremos", la conexión entre Siddhartha y el público fue palpable, eléctrica. El cantautor, con su característica humildad y carisma, se entregó por completo, tejiendo una atmósfera mágica con su guitarra y su voz inconfundible. "Tarde", uno de sus himnos generacionales, resonó con fuerza en la Alameda, convirtiéndose en un canto colectivo que unió a miles de voces en una sola. El repertorio, un recorrido por la trayectoria del artista, despertó un torbellino de emociones. Desde la melancolía de "Loco" y "Me hace falta", hasta la esperanza de "Brújula", cada canción fue un viaje introspectivo, una invitación a explorar las profundidades del alma. La euforia se desató con "Paraíso Lunar", "Nada por Hecho" y "Respiro", temas que encendieron la llama del entusiasmo y pusieron a bailar a la multitud.
El clímax de la noche llegó con la interpretación de "Buscándote", "Náufrago", "Película" y "Diamantes", canciones que resonaron en lo más profundo del ser de los asistentes, quienes, con los ojos cerrados y las manos al cielo, se dejaron llevar por la marea musical. La explosión definitiva de júbilo llegó con los primeros acordes de "00:00". La Alameda se transformó en un volcán en erupción, una fiesta de luces y sonidos que celebró la magia del momento. La maestría de Siddhartha para transitar entre la introspección y la euforia, mantuvo a la audiencia cautiva de principio a fin. Como broche de oro, "Únicos", en una versión inolvidable, selló la noche con un sentimiento de unidad y plenitud, dejando en el aire la sensación de haber compartido algo especial, algo trascendental.
Pero la fiesta musical no comenzó con Siddhartha. Previo a su actuación, la banda mexicana Hello Seahorse, con su propuesta innovadora y la cautivante voz de Denise Gutiérrez, preparó el terreno para una noche épica. Sus melodías, una fusión de sintetizadores, ritmos electrónicos y letras profundas, hipnotizaron al público, confirmando su lugar como una de las agrupaciones más importantes de la escena nacional. La combinación de Hello Seahorse y Siddhartha, dos exponentes de la música alternativa mexicana, creó una sinergia perfecta, una experiencia musical completa que quedará grabada en la memoria colectiva de Oaxaca.
Esta iniciativa del Gobierno de Oaxaca, que acerca artistas de renombre nacional e internacional al público de manera gratuita, no solo democratiza el acceso a la cultura y el entretenimiento, sino que también fortalece el tejido social, creando espacios de encuentro y convivencia que enriquecen el espíritu de la comunidad. Una noche mágica, una noche para recordar, una noche que demostró que la música tiene el poder de unirnos, de inspirarnos y de transformarnos.
Fuente: El Heraldo de México