
24 de julio de 2025 a las 19:10
Sheinbaum: CURP biométrica es segura, pero opcional.
En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad y la identidad se han convertido en temas cruciales. La reciente declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sobre la CURP biométrica ha generado un debate importante en torno a estos conceptos. Si bien la jefa de gobierno ha garantizado la seguridad del sistema y la no obligatoriedad del registro, es fundamental analizar a profundidad las implicaciones de esta nueva tecnología.
La implementación de la CURP biométrica, que arrancará en octubre, promete ser una herramienta valiosa para abordar problemáticas como la desaparición de personas. La posibilidad de contar con información biométrica, como huellas dactilares y reconocimiento facial, facilitaría la identificación de víctimas y la investigación de estos casos. Imaginemos el impacto que esto podría tener en las familias que buscan desesperadamente a sus seres queridos, brindándoles una esperanza tangible en medio del dolor.
Sin embargo, la preocupación por la privacidad y el posible mal uso de la información biométrica es legítima y comprensible. La presidenta Sheinbaum Pardo ha asegurado que el sistema cuenta con robustos mecanismos de ciberseguridad, comparables a los utilizados por instituciones bancarias que ya solicitan datos biométricos a sus clientes. Recordemos que la banca ha implementado estas tecnologías con éxito, demostrando que es posible garantizar la seguridad de la información sensible en entornos digitales.
A pesar de estas garantías, es crucial que se implementen mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para asegurar que la información biométrica se utilice únicamente para los fines establecidos y que no se vulneren los derechos de los ciudadanos. Un sistema de auditoría independiente y la creación de un marco legal sólido son fundamentales para generar confianza en la población y evitar posibles abusos.
La no obligatoriedad del registro es un aspecto positivo que permite a los ciudadanos decidir si desean proporcionar sus datos biométricos. Sin embargo, es importante que esta decisión se tome con base en información clara y precisa sobre los beneficios y riesgos de la CURP biométrica. Se deben realizar campañas de información que expliquen de manera accesible el funcionamiento del sistema, las medidas de seguridad implementadas y las implicaciones para la privacidad.
El debate en torno a la CURP biométrica refleja la tensión existente entre la seguridad y la privacidad en la era digital. Encontrar un equilibrio entre ambos es un desafío complejo que requiere un diálogo abierto y participativo entre el gobierno, la sociedad civil y los expertos en tecnología. La implementación de esta tecnología tiene el potencial de ser una herramienta valiosa para abordar problemas cruciales, pero es fundamental que se haga de manera responsable y transparente, garantizando la protección de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. La CURP biométrica no debe ser vista como una solución mágica, sino como una herramienta que, utilizada de forma adecuada y con las debidas precauciones, puede contribuir a un México más seguro y justo. El futuro de la identidad digital está en nuestras manos, y es nuestra responsabilidad construir un sistema que proteja tanto nuestra seguridad como nuestra libertad.
Fuente: El Heraldo de México