
23 de julio de 2025 a las 12:15
Tragedia: Niño de 2 años muere atacado por perros
La tragedia ha golpeado a la comunidad rural de La Plata, Argentina, dejando a su paso un profundo dolor y una serie de interrogantes que claman por respuestas. Valentino, un niño de apenas dos años, perdió la vida en circunstancias que aún se investigan, en un suceso que ha conmocionado a todo el país. La desgarradora historia comenzó con la angustia de una familia al descubrir la ausencia del pequeño en el patio de su casa. Según el relato de su madre, la abuela, quien estaba a cargo del niño, lo dejó sin supervisión por unos instantes, un lapso de tiempo que se tornaría fatal. Al percatarse de la desaparición, la familia alertó de inmediato a las autoridades, iniciando una desesperada búsqueda que movilizó a vecinos, familiares y a la policía local.
La zona de rastreo, un área rural caracterizada por quintas, campos abiertos, sembradíos y criaderos, presentaba un desafío para las labores de búsqueda. El terreno irregular y la extensa vegetación dificultaban la tarea, mientras la angustia crecía con cada minuto que pasaba. Horas más tarde, la esperanza se transformó en un dolor indescriptible: el cuerpo sin vida de Valentino fue hallado en un terreno sembrado, presentando severas lesiones que, según las primeras hipótesis, podrían haber sido causadas por un ataque canino.
El descubrimiento del cuerpo conmocionó a la comunidad y desató una ola de especulaciones. Los hermanos mayores de Valentino, de 12 y 14 años, quienes estaban jugando con él momentos antes de su desaparición, declararon que el pequeño se alejó del grupo sin que ellos se percataran de inmediato, creyendo que seguía cerca. Este testimonio añade un elemento más a la compleja reconstrucción de los hechos.
La atención se centró rápidamente en tres perros de raza pitbull que viven en las cercanías del lugar donde se encontró el cuerpo del niño. Los dueños de los animales, Paulina y Pedro, afirmaron no estar presentes en el momento de la desaparición y se enteraron de la tragedia a través de una llamada telefónica mientras regresaban a su hogar. Aseguraron que sus perros nunca habían mostrado un comportamiento agresivo y que los dejaban sueltos en el terreno durante el día para proteger sus invernaderos, encerrándolos por las noches. Desconcertados y conmocionados por la situación, negaron haber notado rastros de sangre o cualquier otro indicio que sugiriera la participación de sus mascotas en el incidente. Sin embargo, como parte del protocolo, la justicia ordenó la toma de muestras de ADN de los tres perros para cotejarlas con las heridas de Valentino y determinar con certeza si estuvieron involucrados en el trágico suceso.
La investigación se encuentra en pleno desarrollo, en un ambiente cargado de dolor e incertidumbre. La familia de Valentino recibe apoyo psicológico para afrontar esta irreparable pérdida, mientras los peritos forenses trabajan arduamente para esclarecer las circunstancias exactas de la muerte del pequeño. La comunidad local permanece consternada, a la espera de los resultados de las pruebas de ADN y de cualquier otro dato que pueda arrojar luz sobre este lamentable episodio. La tragedia de Valentino ha dejado una profunda herida en la comunidad, planteando interrogantes sobre la responsabilidad en la tenencia de animales potencialmente peligrosos y la importancia de la supervisión constante de los niños, especialmente en entornos rurales. El caso sigue abierto y la búsqueda de la verdad continúa, con la esperanza de que se haga justicia y se puedan prevenir futuras tragedias similares. Mientras tanto, el recuerdo de Valentino permanecerá vivo en el corazón de quienes lo conocieron, como un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y la importancia de la protección de los más vulnerables.
Fuente: El Heraldo de México