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23 de julio de 2025 a las 18:40

Sheinbaum defiende patrimonio tras retiro de esculturas

La reciente remoción de las esculturas de Ernesto "Che" Guevara y Fidel Castro en la colonia Tabacalera ha desatado una controversia que pone en relieve la compleja relación entre el arte público, la memoria histórica y la legalidad en la Ciudad de México. La decisión unilateral de la Alcaldía Cuauhtémoc ha generado una fuerte reacción por parte del Gobierno central, encabezado por la Dra. Claudia Sheinbaum, quien ha calificado la acción como una "ilegalidad" y ha enfatizado la importancia de respetar los procedimientos establecidos para la intervención del patrimonio cultural.

"El patrimonio no se subasta", declaró con firmeza Sheinbaum, subrayando la necesidad de obtener la autorización previa del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (COMAEP) para cualquier modificación o remoción de monumentos. Este comité, integrado por expertos en historia, arte y conservación del patrimonio, tiene la responsabilidad de evaluar el valor histórico y artístico de las obras, así como su impacto en el espacio público. La omisión de este paso fundamental por parte de la Alcaldía Cuauhtémoc, según la jefa de Gobierno, constituye una clara violación de la normativa vigente.

La polémica se intensifica aún más con la postura de la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien justificó la remoción de las esculturas argumentando su deterioro y la necesidad de restaurarlas. Sin embargo, esta explicación ha sido cuestionada por diversas voces, que señalan la falta de transparencia en el proceso y la ausencia de un plan concreto para la conservación de las obras. La subasta de las esculturas, inicialmente planteada por la Alcaldía, ha sido descartada por el Gobierno central, que busca recuperarlas y reubicarlas en un espacio que les otorgue el contexto histórico adecuado.

La alcaldesa Clara Brugada, por su parte, ha reiterado la falta de facultades de las Alcaldías para la subasta de monumentos, insistiendo en la importancia de la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno para la preservación del patrimonio cultural. "Estamos trabajando en conjunto con el Gobierno de México y de la Ciudad para recuperar las esculturas y darles un lugar que reconozca su simbolismo", afirmó Brugada, dejando en claro la necesidad de un diálogo constructivo y respetuoso de las leyes.

Este episodio pone de manifiesto la tensión existente entre las diferentes instancias gubernamentales en la Ciudad de México y la necesidad de establecer mecanismos claros para la gestión del patrimonio cultural. Más allá de la controversia específica sobre las esculturas de Guevara y Castro, el debate se centra en la importancia de proteger el patrimonio histórico y artístico como un bien común, garantizando su conservación para las futuras generaciones. ¿Se trata de una simple disputa política o de un llamado a la reflexión sobre el significado de la memoria histórica en el espacio público? La respuesta, sin duda, requiere un análisis profundo y una participación ciudadana activa en la construcción de una ciudad que valore y respete su pasado.

La situación actual de las esculturas, en un limbo legal y administrativo, refleja la urgencia de encontrar una solución que satisfaga tanto las exigencias legales como las demandas de la sociedad. ¿Cuál será el destino final de estas figuras emblemáticas? ¿Se logrará un consenso entre las diferentes partes involucradas? El futuro del patrimonio cultural en la Ciudad de México depende, en gran medida, de la capacidad de las autoridades para dialogar y encontrar soluciones que privilegien el interés colectivo. Mientras tanto, la polémica continúa, alimentando un debate que trasciende las fronteras de la capital y nos invita a reflexionar sobre el significado del arte, la historia y la memoria en la construcción de nuestra identidad.

Fuente: El Heraldo de México