Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Deportes

23 de julio de 2025 a las 19:40

Ozzy y su pasión secreta: ¿Qué camiseta vestía el Príncipe?

La partida de Ozzy Osbourne ha dejado un vacío inmenso en el mundo de la música, pero su legado trasciende las notas y los escenarios. Más allá del Príncipe de las Tinieblas, del icono del heavy metal, se encontraba un hombre con pasiones terrenales, un hombre de barrio, un hombre que amaba el fútbol. Y ese amor tenía un nombre y unos colores: el Aston Villa.

No se trata simplemente de la afición de una celebridad por un equipo. La relación de Ozzy con los "Villanos" era visceral, un lazo forjado en la infancia, en las calles de Aston, a la sombra del imponente Villa Park. Mucho antes de los escenarios mundiales, de los discos de platino, de la leyenda, un joven Ozzy se ganaba unas monedas cuidando los coches de los aficionados que acudían al estadio. Imaginen la escena: el bullicio pre-partido, la emoción en el aire, el pequeño Ozzy absorbiendo la atmósfera, sin saber que ese ritual dominical estaba sembrando una semilla de pasión que lo acompañaría toda la vida.

No era solo la cercanía geográfica, era algo más profundo. Era la identificación con una comunidad, con una historia, con un sentimiento. Ozzy mismo lo confesó en una entrevista para la BBC, recordando sus días en Aston, la efervescencia de los días de partido, los cánticos de su padre regresando del pub. Esos recuerdos, impregnados de la magia del fútbol, se convirtieron en parte de su ADN, en un componente esencial de su identidad. El Aston Villa no era simplemente el equipo de su barrio, era parte de su ser.

Con el paso de los años, esa conexión se fortaleció. Ozzy, convertido en una estrella de rock mundialmente famosa, nunca olvidó sus raíces. Llevó los colores del Villa por todo el planeta, un embajador involuntario, un testimonio viviente de la fuerza del vínculo entre un hombre y su club. Y el clímax de esta historia de amor futbolístico llegó en 2024, cuando Ozzy, junto a sus compañeros de Black Sabbath, protagonizó el video promocional del Aston Villa para celebrar su regreso a la Champions League. Una imagen poderosa, el Príncipe de las Tinieblas, ícono de la rebeldía, celebrando los triunfos del equipo de su corazón. Un círculo completo, el chico que cuidaba coches ahora compartía la gloria con sus héroes.

Y qué decir de su último concierto, un emotivo adiós a los escenarios en el mismísimo Villa Park, a pocos metros de la casa donde nació su pasión. Un final poético, un regreso a los orígenes, un último rugido bajo la mirada cómplice de las gradas que lo vieron crecer. Todo comenzó y terminó allí, en el corazón de Aston, bajo el aura mágica del Villa Park.

La despedida del club tras su fallecimiento fue un reflejo de ese vínculo inquebrantable. "Villano de fama mundial", así lo describieron, reconociendo la profunda conexión que unía a Ozzy con el Aston Villa. Un adiós sentido, cargado de respeto y admiración, un último homenaje a uno de los suyos. Ozzy se ha ido, pero su leyenda, tanto musical como futbolística, seguirá viva en las calles de Aston, en los cánticos de la afición, en los colores del Villa. Un Príncipe de las Tinieblas que nunca olvidó de dónde venía, un rockero que amó al fútbol con la misma pasión con la que vivió la música.

Fuente: El Heraldo de México