
23 de julio de 2025 a las 17:00
El ojo de Montserrat: ¿Qué pasó?
La amistad entre Montserrat Oliver y Yolanda Andrade ha sido un faro de apoyo mutuo en tiempos difíciles. Mientras Yolanda se recupera en Playa del Carmen de sus complicaciones de salud, que se rumorea podrían ser esclerosis múltiple, Montserrat enfrenta sus propias batallas. La noticia de la pérdida parcial de la vista en su ojo derecho ha conmocionado a sus seguidores, quienes han sido testigos de la fortaleza y vitalidad que siempre la han caracterizado.
La repentina aparición de los síntomas, mientras Montserrat realizaba ejercicio, nos recuerda la fragilidad de la salud y cómo, en un instante, la vida puede dar un giro inesperado. Ese "flash" que describe, seguido de un ardor intenso, fue el preludio de un diagnóstico que cambiaría su perspectiva: un infarto en el nervio óptico central. Imaginen la angustia, la incertidumbre, el temor a perder por completo la capacidad de ver. Aunque la pérdida de visión no ha sido total, la imagen borrosa que percibe es un recordatorio constante de la experiencia traumática.
Pero la historia no termina ahí. Un segundo incidente, esta vez mientras cortaba el pasto en su rancho, puso nuevamente en peligro su vista. La falta de acceso a la atención médica especializada en ese momento crucial incrementó la tensión y la preocupación. Afortunadamente, este percance no tuvo las mismas consecuencias que el primero, aunque la posibilidad de perder la vista estuvo latente. Una pequeña basurita, aparentemente inofensiva, le rasgó el ojo y pudo haber desencadenado consecuencias devastadoras.
Estos dos episodios han marcado un antes y un después en la vida de Montserrat Oliver. La experiencia la ha llevado a tomar conciencia de la importancia del cuidado de la vista y a valorar cada instante en el que puede disfrutar del mundo a través de sus ojos. Su colaboración con "Salud a La Vista Oftalmo" no es solo un compromiso profesional, sino una misión personal. A través de esta alianza, busca acercar a las personas a servicios oftalmológicos de calidad, para que puedan prevenir y atender problemas de la vista, evitando así pasar por situaciones similares a la suya.
La historia de Montserrat es un llamado de atención para todos nosotros. Nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud visual, de realizar chequeos periódicos y de buscar atención médica ante cualquier síntoma inusual. También nos recuerda el valor de la amistad y el apoyo incondicional en momentos de adversidad. En un mundo donde la imagen lo es todo, Montserrat Oliver nos enseña a ver más allá de lo superficial y a apreciar la belleza de la vida en todas sus formas. Su valentía al compartir su historia la convierte en un ejemplo de resiliencia y en una inspiración para quienes enfrentan desafíos similares.
Fuente: El Heraldo de México