
23 de julio de 2025 a las 09:20
Cuida tu corazón, vive mejor.
El silencioso azote de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, los infartos y la hipertensión, afecta a una gran parte de la población mexicana. Cifras alarmantes revelan que cerca del 70% de los mexicanos lucha contra el sobrepeso o la obesidad, uno de cada cuatro convive con la hipertensión y más de 12 millones padecen diabetes. Estas enfermedades, que impactan profundamente la calidad de vida, representan un desafío creciente para el sistema de salud, pero la buena noticia es que podemos tomar las riendas de nuestra salud. La clave reside en el autocuidado, un conjunto de prácticas que nos empodera para prevenir y controlar estas afecciones.
La Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA) ha revelado datos impactantes: adoptar hábitos de autocuidado puede disminuir hasta en un 78% el riesgo de desarrollar estas enfermedades. No se trata de una solución mágica, sino de un compromiso constante con nuestro bienestar. El doctor Víctor Mundo, director médico de la división Consumer Health de Bayer, enfatiza que estas enfermedades no surgen de la noche a la mañana. Se desarrollan silenciosamente a lo largo del tiempo, alimentadas por factores que, en muchos casos, podemos modificar. Aquí es donde el autocuidado se convierte en nuestro mejor aliado.
El autocuidado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la capacidad de cada individuo para promover su salud, prevenir enfermedades y gestionarlas, con o sin apoyo profesional. Va más allá de simplemente tomar medicamentos; implica un cambio de mentalidad, una actitud proactiva hacia nuestra salud. Desde la alimentación balanceada y la actividad física regular, hasta el cuidado de nuestra salud mental y la asistencia periódica a chequeos médicos, cada acción cuenta. No solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también contribuye a aliviar la presión sobre los sistemas de salud, que se ven desbordados por el aumento de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
El impacto económico del autocuidado tampoco es despreciable. Juan Thompson, director general de la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable, advierte que si la población descuida estas prácticas, los sistemas de salud en América Latina tendrían que afrontar un costo adicional de al menos siete mil millones de dólares al año. Es una cifra que nos invita a reflexionar sobre la importancia de invertir en nuestra salud. Afortunadamente, países como Brasil, México y Colombia lideran el ranking regional en autocuidado, gracias a sus avances en marcos regulatorios, educación en salud y políticas públicas. México, en particular, se encuentra en proceso de reformar su Ley General de Salud para incluir el autocuidado, un paso crucial que lo posiciona como referente en la región.
La OMS ha definido siete pilares fundamentales para integrar el autocuidado en nuestra vida: una dieta equilibrada, 30 minutos de ejercicio diario, atención a la salud mental, evitar sustancias nocivas, mantener una buena higiene, chequeos médicos regulares y un sueño reparador de al menos ocho horas. Parecen sencillos, pero requieren constancia y compromiso. Un aspecto preocupante es la menor participación de los hombres en el cuidado de su salud. Acuden menos al médico, tienden a ignorar o posponer la atención de síntomas y participan menos en la prevención. Las estadísticas del Inegi revelan que, en el último año, el 74% de las mujeres consultó al médico, mientras que solo el 60% de los hombres lo hizo.
En el marco del Día Internacional del Autocuidado, que se conmemora cada 24 de julio, los expertos nos invitan a reflexionar sobre la importancia de informarnos, empoderarnos y comprometernos con nuestra salud. El autocuidado no es un lujo, sino una necesidad. Es una inversión que nos permitirá vivir una vida más plena y saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y contribuyendo a un sistema de salud más sostenible.
Fuente: El Heraldo de México