
23 de julio de 2025 a las 08:55
¡Alerta calor! Chihuahua a 45°C
El calor aprieta en el norte de México mientras el monzón mexicano continúa su danza de lluvia y tormenta. Un contraste climático que pone a prueba la resistencia del territorio y nos recuerda la fuerza implacable de la naturaleza. Mientras Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa se preparan para temperaturas extremas, que podrían alcanzar los 45 grados Celsius en algunas zonas, el oriente y sur del país se mantienen en alerta ante la amenaza de chubascos, lluvias fuertes e incluso granizo.
Imaginen el escenario: un sol implacable que castiga la tierra árida del norte, elevando la temperatura del asfalto y obligando a buscar la sombra. Al mismo tiempo, en otras regiones del país, las nubes se agolpan, oscuras y preñadas de agua, descargando su furia en forma de intensas precipitaciones. Dos caras de la misma moneda, dos realidades que coexisten en un país de climas extremos.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido un comunicado alertando sobre la persistencia de estas condiciones meteorológicas. El monzón mexicano, ese fenómeno climático que trae consigo la promesa de lluvias y la amenaza de inundaciones, continúa su paso por el noroeste del país, interactuando con otros sistemas atmosféricos para generar fuertes precipitaciones. Durango, Sinaloa y Nayarit se unen a Chihuahua en la lista de estados bajo la lupa, mientras que Sonora se mantiene expectante ante la posibilidad de lluvias aisladas.
No se trata solo de agua, sino de la fuerza con la que cae. La Conagua advierte sobre la posibilidad de granizo, un fenómeno que puede causar estragos en cultivos y viviendas. Además, el incremento en los niveles de ríos y arroyos representa un peligro latente, con el riesgo de deslaves, encharcamientos e inundaciones en zonas bajas. La precaución es clave en estos momentos, y las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de Protección Civil.
El granizo, esas pequeñas piedras de hielo que caen del cielo con violencia, es un fenómeno fascinante y a la vez peligroso. Se forma a partir de agua superenfriada que se mantiene en estado líquido a pesar de estar a una temperatura inferior a su punto de congelación. Suspendida en las nubes, esta agua finalmente se solidifica y precipita en forma de granizo, un recordatorio de la complejidad y la potencia de los fenómenos meteorológicos.
Ante esta situación, es fundamental tomar precauciones. Evitar transitar por zonas inundadas, resguardar objetos que puedan ser arrastrados por el viento o el agua, y mantenerse informado a través de los canales oficiales son medidas esenciales para proteger nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos. El contraste climático que vive México en estos días nos recuerda la importancia de estar preparados ante cualquier eventualidad y de respetar la fuerza de la naturaleza. El sol abrasador del norte y las lluvias torrenciales del sur son dos caras de un mismo país, un país que se enfrenta a los desafíos del clima con resiliencia y adaptación.
Fuente: El Heraldo de México