La tensión entre Imelda Tuñón y Maribel Guardia continúa generando controversia y acaparando titulares. Tras la lamentable pérdida de Julián Figueroa, la relación entre ambas parece haberse fracturado irreversiblemente. Recientes entrevistas concedidas por Tuñón han avivado el fuego de la discordia, con declaraciones que no han pasado desapercibidas y que han sido calificadas por algunos como “poco gratas” hacia la familia de Guardia.

La madre del hijo de Julián Figueroa no ha escatimado en palabras para expresar su sentir, llegando incluso a utilizar términos como "malvada" para describir a la abuela de su nieto. Estas fuertes declaraciones han generado una ola de reacciones, tanto de apoyo como de crítica, en redes sociales y medios de comunicación. El periodista Ricardo Casares, presente en una de estas entrevistas, intervino cuestionando la actitud de Tuñón y sugiriendo que sus palabras solo contribuirían a agrandar la brecha entre ambas familias. "Te estoy preguntando si lo quieres dejar por la paz y muestras un recargón", le espetó Casares, señalando la aparente contradicción entre el deseo de paz expresado por Tuñón y la dureza de sus calificativos.

La situación ha desatado un debate público sobre los límites de la libertad de expresión en un contexto tan delicado como el duelo. Mientras algunos defienden el derecho de Tuñón a expresar su dolor y frustración, otros la critican por la forma en que lo hace, considerando que sus palabras podrían afectar negativamente al pequeño Julián, hijo de Figueroa.

La pregunta que muchos se hacen es si esta tensa situación impedirá que Maribel Guardia pueda ver a su nieto. Imelda Tuñón, al ser cuestionada sobre este tema, se limitó a responder con evasivas, alimentando aún más las especulaciones y la incertidumbre. En el programa "Venga la Alegría", la periodista Flor Rubio intentó profundizar en el tema, preguntándole directamente a Tuñón sobre el contenido de su última conversación con Guardia. Sin embargo, Tuñón se negó a revelar detalles, argumentando que no era el momento ni el lugar para hacerlo. Esta negativa solo ha servido para aumentar las dudas y la curiosidad del público, que sigue de cerca cada capítulo de esta historia familiar llena de dolor y desencuentros.

El futuro de la relación entre Imelda Tuñón y Maribel Guardia es incierto. Lo que sí es claro es que la herida dejada por la partida de Julián Figueroa sigue abierta y que la reconciliación, al menos por el momento, parece lejana. Mientras tanto, el pequeño Julián se encuentra en medio de esta tormenta familiar, y la esperanza de muchos es que, a pesar de las diferencias entre los adultos, se pueda priorizar su bienestar y garantizarle un entorno de paz y estabilidad emocional. El tiempo dirá si las partes involucradas logran encontrar un camino hacia la comprensión y la sanación, o si, por el contrario, la distancia y el resentimiento se imponen, dejando una huella imborrable en la vida de todos.