La tragedia teñía de gris el amanecer del jueves 17 de julio en la Calzada de los Arcos de Querétaro. Un escenario de hierros retorcidos y cristales rotos, silenciado por el eco de la sirena de las ambulancias, se convertía en el mudo testigo de la imprudencia. Un choque aparatoso, producto del exceso de velocidad y la irresponsabilidad al volante, dejaba un saldo irreparable: una joven vida segada y otra luchando por aferrarse a ella. La noticia corrió como la pólvora, avivada por la crudeza de los videos que circulaban en redes sociales, mostrando la magnitud del impacto y la evidente embriaguez de la conductora responsable.

El reloj marcaba cerca de las 7:00 a.m. cuando la tranquilidad de la colonia Carretas se vio abruptamente interrumpida. Tres vehículos involucrados, dos de ellos impactados por una camioneta que, según testigos, circulaba a una velocidad desmedida. Uno de los autos, proyectado contra un pilar del icónico acueducto queretano, se convertía en una trampa mortal para sus dos ocupantes: una joven pareja. Los equipos de rescate trabajaron contra reloj para liberar a la mujer de 26 años y a su novio, atrapados entre los hierros. La esperanza se desvanecía en el trayecto al hospital: la joven no resistió las graves heridas. Su pareja, aún en estado crítico, luchaba por su vida en una cama de hospital, ajeno a la tragedia que se había cernido sobre ellos.

La responsable, identificada como Paola Alejandra “N”, apodada “La Mufasa”, fue detenida en el lugar de los hechos. Las imágenes la muestran tambaleante, incapaz de mantenerse en pie, una prueba irrefutable de su estado de ebriedad. Trabajadora de un bar en la zona Centro Sur de Querétaro, “La Mufasa” confesó haber abandonado su lugar de trabajo alrededor de la 1:30 a.m., pero su periplo etílico no terminó ahí. Continuó la fiesta en otro establecimiento, prolongando la ingesta de alcohol hasta el amanecer. El fatal accidente ocurrió cuando se dirigía de regreso a su domicilio.

La indignación social no se hizo esperar. Los videos que circulaban en redes sociales mostraban a la conductora circulando a exceso de velocidad, ignorando impunemente la señal de un semáforo en rojo. Estas grabaciones se convertían en piezas clave para la investigación y la posterior impartición de justicia. La sociedad, conmocionada, exigía un castigo ejemplar para la responsable de esta tragedia evitable.

Paola Alejandra “N” enfrenta cargos por homicidio culposo, lesiones y daños a un monumento histórico, todos agravados por la conducción bajo los influjos del alcohol. De ser hallada culpable, podría enfrentar una pena de prisión y una cuantiosa sanción económica. Más allá de las penas legales, “La Mufasa” cargará con el peso de una vida arrebatada y el dolor irreparable de una familia destrozada. Su caso se convierte en un triste recordatorio de las devastadoras consecuencias de la irresponsabilidad al volante. Un llamado a la conciencia colectiva para prevenir futuras tragedias y promover una cultura vial responsable, donde la vida sea siempre la prioridad. La sombra de la tragedia en Los Arcos se extiende sobre Querétaro, dejando una profunda herida en la comunidad y la urgente necesidad de reflexionar sobre la importancia de tomar decisiones responsables al volante.