En un mundo saturado de imágenes, donde la velocidad de consumo visual a menudo nos impide apreciar la profundidad del arte, la exposición "Convergencias-Divergencias" en el MARCO se alza como un oasis de reflexión. No se trata simplemente de una yuxtaposición de objetos, sino de una conversación entre dos mundos aparentemente dispares que, al encontrarse, revelan una sorprendente armonía. La abstracción geométrica, con su lenguaje preciso y su búsqueda de la esencia de la forma, y la cestería ye’kwana, impregnada de la espiritualidad y la cosmovisión de un pueblo ancestral, nos invitan a repensar nuestras propias percepciones sobre el arte y la cultura.

Imaginen la escena: una sala donde las líneas rectas y los colores vibrantes de un Soto o un Cruz-Diez dialogan con las curvas orgánicas y los patrones intrincados de una cesta ye’kwana. No es una competencia, sino un encuentro. Los artistas geométricos, en su búsqueda de la pureza formal, se acercan a la esencia misma de la creación, un espacio donde la forma se desprende de lo superfluo y se conecta con lo universal. Y los artesanos ye’kwana, a través de la tradición milenaria transmitida de generación en generación, plasman en sus cestas no solo la belleza, sino también la historia, los mitos y la profunda conexión con la naturaleza que define su identidad.

La colección de Juan Carlos Maldonado, núcleo de esta exposición, es el resultado de una búsqueda apasionada, una exploración que trascendió las fronteras geográficas y estilísticas para revelar la unidad subyacente en la diversidad. Desde los maestros venezolanos del cinetismo hasta los exponentes del Madí argentino y brasileño, pasando por la fuerza singular de Gego, la colección traza un recorrido por la historia de la abstracción geométrica en Latinoamérica. Pero la verdadera revelación llega con la incorporación de la cestería ye’kwana. Estas piezas, lejos de ser meros objetos decorativos, se revelan como obras de arte con una carga simbólica y una complejidad estructural que rivalizan con las creaciones de los artistas modernos.

La pregunta que plantea el curador Ariel Jiménez es crucial: ¿podemos seguir relegando al ámbito de la "artesanía" expresiones artísticas que poseen una riqueza y una profundidad comparables a las obras consagradas del arte occidental? La respuesta, implícita en la propia exposición, es un rotundo no. Las cestas ye’kwana no son simples objetos utilitarios; son poemas visuales, narraciones tejidas con fibras vegetales que hablan de la relación del hombre con el cosmos, de la vida y la muerte, de la creación y la transformación.

Al contemplar estas obras en conjunto, se produce una sinergia fascinante. La abstracción geométrica, a menudo percibida como fría e intelectual, se humaniza al entrar en contacto con la calidez y la espiritualidad de las cestas ye’kwana. Y estas, a su vez, adquieren una nueva dimensión al ser apreciadas a través del prisma de la modernidad. "Convergencias-Divergencias" nos invita a un viaje de descubrimiento, a una experiencia estética que trasciende las etiquetas y las clasificaciones, y nos recuerda que el arte, en su esencia más pura, es un lenguaje universal que conecta a todas las culturas. Una oportunidad única para "escuchar de oreja a oreja" el diálogo silencioso entre dos mundos que, a pesar de sus diferencias, comparten una misma sensibilidad, una misma búsqueda de la belleza y la verdad.