
13 de junio de 2025 a las 09:25
Descubre la magia poética de Luquin
Adentrarse en el universo pictórico de Antonio Luquin es como sumergirse en un sueño lúcido, donde la realidad se desdibuja y se recompone en un lenguaje simbólico que interpela al observador. No se trata de una mera representación figurativa, sino de una narrativa visual construida a partir de retazos de la memoria, impulsos creativos y una profunda reflexión sobre el mundo que nos rodea. Luquin, cual arqueólogo de la imagen, excava en la cotidianidad, en las calles, en los viajes, recolectando fragmentos de experiencias que luego, en la intimidad de su estudio, transforma en metáforas visuales.
Su proceso creativo es un ritual meticuloso que se inicia con el grafito, delineando escenografías donde objetos, animales, paisajes y alegorías conviven en una armonía enigmática. Este primer esbozo, un dibujo completo en sí mismo, es la semilla que germinará en el lienzo. Allí, la paleta de Luquin se despliega en una sinfonía de ocres, terrosos y blancos degradados, creando una atmósfera lumínica que trasciende el tiempo cronológico. No busca representar un instante fugaz, sino una realidad atemporal, cargada de significados sutiles y penetrantes.
Sus obras no son un mero deleite visual, sino una invitación a la introspección, a descifrar las capas de significado que se entretejen en cada trazo. Luquin nos reta a abandonar la comodidad de lo evidente y a sumergirnos en un diálogo silencioso con sus creaciones. En "Las letanías de la sequía", su más reciente exposición, el artista nos confronta con una realidad convulsa, utilizando la sequía no solo como fenómeno natural, sino como metáfora de la aridez espiritual que nos acecha.
La disciplina y la constancia que Luquin ha demostrado a lo largo de más de tres décadas de trayectoria se reflejan en la impecable factura de sus lienzos. Cada obra es el resultado de una búsqueda incesante, de un diálogo constante entre el artista y su entorno. No hay dramatismos, sino una fuerza contenida que emana de la profunda convicción del artista en su mensaje. Luquin no se limita a traducir la realidad, la transforma, la reinventa, nos la devuelve envuelta en un halo de misterio que nos invita a completar la obra con nuestra propia interpretación.
Asistir a la inauguración de "Las letanías de la sequía" no es solo contemplar una colección de pinturas, sino adentrarse en el universo personal de un artista que ha dedicado su vida a explorar las posibilidades del lenguaje visual. Es una oportunidad para conectar con la sensibilidad de un creador que nos invita a cuestionar, a reflexionar y, sobre todo, a sentir. La cita es hoy, a las 17 horas, en el Centro Cultural Juan Rulfo. Una experiencia que promete sacudir nuestros sentidos y despertar nuestra capacidad de asombro. No se la pierdan.
Fuente: El Heraldo de México