La alfarera Aurelia Ramírez Castillo, proveniente de Tamasopo, San Luis Potosí, agotó su mercancía en tiempo récord durante el Original. Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario en el Complejo Cultural Los Pinos. "Ya vendí todo", comentó con una mezcla de satisfacción y ligera frustración, explicando que la falta de apoyo municipal limitó la cantidad de piezas de barro blanco que pudo transportar. A pesar de ello, la venta de más de 20 piezas en pocas horas representó un éxito rotundo para Aurelia, quien forma parte de un selecto grupo de 250 artesanos, representando a 23 pueblos originarios de 28 estados del país.

Este evento, que se extiende hasta el 15 de junio, transforma Los Pinos en un vibrante escaparate de arte y cultura, con más de 30 mil piezas que abarcan una impresionante variedad de técnicas y materiales: barro, piedra, madera, pintura, metal, cera, vidrio, fibras vegetales, y mucho más. El Original en Los Pinos es solo el primero de una serie de cuatro encuentros planificados para este año; los tres restantes, centrados en textiles, se llevarán a cabo en Mérida en octubre, y en Tijuana y la Ciudad de México en noviembre.

Según la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, este encuentro sirve como preámbulo para un evento aún más ambicioso: el Original que coincidirá con la Copa Mundial de Fútbol 2026, donde México compartirá la sede con Estados Unidos y Canadá. Este evento promete ser "el más grande del país y de América Latina", anticipó la subsecretaria Marina Núñez Bespalova, gracias a la afluencia masiva de turistas internacionales que se espera. No solo se ampliará la duración y el número de artesanos participantes, sino que también se integrarán textiles al abanico de obras expuestas.

Más allá de la mera exhibición y venta, se busca generar una experiencia cultural enriquecedora para los visitantes. Se implementará una campaña previa al Mundial para fomentar un "turismo cultural más consciente", no solo en el Original, sino también en zonas arqueológicas y museos, con exposiciones especiales diseñadas para la ocasión. La meta es ofrecer una perspectiva diferente y más profunda de la riqueza cultural de México.

Recorrer el Original en Los Pinos, según Núñez Bespalova, es "como la visita de las siete casas", una experiencia que va más allá de las carpas instaladas en plazas como Cencalli y Jacarandas, e invade las antiguas residencias presidenciales, impregnando cada rincón de historia y arte. Desde tempranas horas, el público se agolpa en busca de tesoros únicos. "Vinimos desde hoy porque después ya no alcanzamos lo que nos gusta", comentó Claudia, quien junto a sus amigas, ya cargaban bolsas repletas de adquisiciones.

El alfarero Lino Ibarra, de San Juan Evangelista, Jalisco, quien participa por primera vez en el Original, también experimentó el éxito en ventas. A pesar de haber traído alrededor de 100 piezas de barro bruñido, su especialidad desde los diez años, comentó: "Me habían dicho que no se vendía, pero ya casi termino". Ante la pregunta sobre la tradición del regateo, Ibarra respondió: "No tanto, pero a veces llega un cliente que tiene tiendas y pide precio. Se vale". El Original se consolida así como un espacio de encuentro entre la tradición artesanal y el mercado contemporáneo, donde la belleza y la habilidad de los artesanos mexicanos brillan con luz propia.