
13 de junio de 2025 a las 03:25
¡Alto al bullying en la primaria Fernando Montaño!
La preocupación se palpa en el aire de Tepic. La escuela primaria Fernando Montaño, ubicada en el corazón de la ciudad, se ha convertido en el escenario de una creciente tensión. Madres y padres de familia, con la angustia reflejada en sus rostros, se manifestaron a las puertas del centro educativo para exigir una respuesta contundente ante los alarmantes casos de bullying y acoso escolar que, según denuncian, sufren sus hijos. No se trata de incidentes aislados, sino de una problemática que afecta a entre 15 y 20 menores, quienes han sido víctimas de amenazas, golpes e incluso fracturas. La inacción de las autoridades educativas del plantel, ante la gravedad de la situación, ha sido la chispa que ha encendido la mecha de la protesta.
La gravedad de las acusaciones ha movilizado a la propia Secretaria General de Gobierno del Estado de Nayarit, Rocío González García, quien acudió a la escuela para mediar en el conflicto y establecer un diálogo entre los padres afectados y la directora, Alex Sánchez. La presencia de la Secretaria, según sus propias palabras, busca transmitir a las familias el apoyo y la escucha activa del gobierno estatal. "Atender a niños y niñas, a papás y mamás es una prioridad del gobierno del estado", afirmó González García, asegurando el continuo acompañamiento de la Secretaría de Educación Pública y la aplicación del protocolo establecido para estos casos.
Sin embargo, la reunión no ha estado exenta de controversia. Una madre de familia, visiblemente afectada, denunció públicamente haber sido acusada por la directora de enviarle mensajes a altas horas de la madrugada y de tener prejuicios contra ella por su identidad de género. La madre, con firmeza, negó las acusaciones, mostrando los mensajes que, según ella, demuestran la falsedad de las mismas. "Yo jamás le voy a faltar el respeto", aseguró, al tiempo que expresaba su lamento por la situación y su esperanza en una pronta resolución. Además, la madre apuntó a la llegada de la directora, en febrero de este año, como el punto de inflexión a partir del cual se han intensificado los problemas y los episodios de violencia en el centro.
A pesar de los intentos por obtener una declaración de la dirección de la escuela y ofrecer su versión de los hechos, hasta el momento no se ha recibido respuesta alguna, dejando un vacío informativo que dificulta la comprensión completa del conflicto. Este silencio, sin duda, alimenta la incertidumbre y la preocupación de las familias, que claman por justicia y por un entorno escolar seguro para sus hijos.
El bullying, un fenómeno lamentablemente extendido en nuestros días, se manifiesta en diversas formas, ya sea física, verbal o psicológica. Agresiones, burlas, amenazas, exclusión social y la difusión de rumores son solo algunas de las caras de esta violencia que deja profundas heridas emocionales en sus víctimas. Ansiedad, baja autoestima, depresión e incluso el abandono escolar son algunas de las consecuencias devastadoras que puede acarrear el acoso escolar.
Para combatir esta lacra social, se requiere un esfuerzo conjunto de la familia, la escuela y la sociedad en su conjunto. La educación en valores, el fomento del respeto, la empatía y la tolerancia son pilares fundamentales para construir una cultura de paz y convivencia. La comunicación abierta entre padres e hijos, la capacidad de expresar emociones y el respeto a las diferencias son herramientas esenciales que debemos inculcar desde la infancia.
Las escuelas, como espacios de formación integral, tienen la responsabilidad de implementar programas de convivencia, crear ambientes seguros y actuar con celeridad ante cualquier caso de bullying reportado. Formar a los estudiantes como observadores activos, capaces de denunciar situaciones injustas sin convertirse en cómplices, es crucial para erradicar el acoso escolar. Asimismo, la supervisión del uso de las redes sociales y el internet se convierte en un elemento indispensable para prevenir el ciberbullying, una forma de acoso que se extiende más allá de las paredes del aula.
En definitiva, la erradicación del bullying requiere un compromiso colectivo. Escuchar a los niños, actuar con prontitud y educar en valores son las claves para construir un futuro libre de violencia y garantizar el bienestar emocional de las futuras generaciones. El caso de la escuela Fernando Montaño nos recuerda la urgencia de abordar este problema con seriedad y determinación, para que ningún niño tenga que sufrir las consecuencias devastadoras del acoso escolar.
Fuente: El Heraldo de México