Un viento de cambio sopla en los pueblos originarios de la Ciudad de México. El Presupuesto Participativo 2025 se presenta como una oportunidad única para que las comunidades indígenas de la capital tomen las riendas de su propio desarrollo, impulsando proyectos que respondan a sus necesidades y aspiraciones más profundas. Desde la construcción de obras y servicios esenciales, hasta la revitalización de espacios públicos y el fomento de actividades culturales y deportivas, las posibilidades son tan vastas como la riqueza cultural que estas comunidades atesoran.

Este año, la participación ha sido notable, con un total de 54 proyectos presentados en las alcaldías donde existen pueblos originarios. Desde Álvaro Obregón hasta Xochimilco, pasando por Milpa Alta, Tláhuac y Tlalpan, las propuestas reflejan la diversidad y la vitalidad de estas comunidades. Imaginen la transformación que podrían experimentar estos barrios: nuevas áreas verdes para el disfrute de las familias, centros culturales que rescaten y difundan las tradiciones ancestrales, instalaciones deportivas que promuevan la salud y la convivencia, mejoras en la infraestructura urbana que faciliten la vida cotidiana.

El proceso, cuidadosamente diseñado para respetar la autonomía y los sistemas normativos de cada pueblo, otorga a las Autoridades Tradicionales Representativas un papel central en la toma de decisiones. Ellas serán las encargadas de evaluar y seleccionar los proyectos que mejor se ajusten a las prioridades de sus comunidades, siguiendo sus propios métodos y procedimientos. Un ejemplo de democracia participativa en su máxima expresión, donde la voz de cada miembro de la comunidad se escucha y se valora.

El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), consciente de la importancia de este proceso, ha brindado acompañamiento y asesoría a las Autoridades Tradicionales Representativas en cada una de las etapas. Desde la formulación de los proyectos hasta la organización de asambleas y reuniones, el IECM ha facilitado la participación informada y la toma de decisiones consensuadas. Un esfuerzo que demuestra el compromiso de las instituciones con la inclusión y el respeto a la diversidad cultural.

La transparencia es otro pilar fundamental de este proceso. La publicación de los resultados del análisis de viabilidad de los proyectos, prevista para la segunda quincena de julio, garantiza que la información esté disponible para todos los miembros de la comunidad. Un ejercicio de rendición de cuentas que fortalece la confianza y la legitimidad del Presupuesto Participativo.

Y la historia no termina ahí. Durante la ejecución de los proyectos, las Autoridades Tradicionales Representativas contarán con el apoyo y la asesoría de diversas instancias gubernamentales, como las Secretarías de Administración y Finanzas y de la Contraloría, así como de las alcaldías correspondientes. Un acompañamiento integral que busca asegurar el éxito de cada iniciativa y la maximización de los recursos destinados.

El Presupuesto Participativo 2025 representa una oportunidad histórica para los pueblos originarios de la Ciudad de México. Una oportunidad para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible, donde la cultura y las tradiciones ancestrales se entrelacen con el progreso y el bienestar de las comunidades. Un futuro donde la voz de los pueblos originarios resuene con fuerza en la construcción de la ciudad que todos queremos.