Desde las áridas tierras de Zimatlán, Oaxaca, brota una promesa verde: la ambiciosa campaña nacional de reforestación impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Imaginen la magnitud de la tarea: cinco millones de árboles, un pequeño bosque por cada voto recibido, echando raíces a lo largo y ancho del país. No se trata de una simple promesa electoral, sino de un compromiso tangible con el futuro de nuestro planeta, una respuesta contundente a la urgente necesidad de revitalizar nuestros ecosistemas.

José Alberto Couttolenc, diputado local y presidente del PVEM en el Estado de México, lidera esta titánica labor. Con la convicción de un líder comprometido, Couttolenc no solo ha dado el banderazo de salida a esta iniciativa, sino que también se ha puesto al frente, recorriendo el país para supervisar personalmente el avance de la reforestación. Desde la soleada Jalisco, donde colabora con el alcalde Luis Munguía en Puerto Vallarta, hasta las exuberantes tierras de Chiapas, Couttolenc se asegura de que cada dirigente estatal, cada alcalde, asuma la responsabilidad de sembrar la semilla de un futuro más verde.

El compromiso no se limita a la siembra. Conscientes de que un árbol requiere cuidados para prosperar, el PVEM implementará un programa de seguimiento para garantizar la supervivencia de cada ejemplar plantado. No se trata solo de plantar, sino de cultivar, de nutrir la vida que surge de la tierra. Este seguimiento constante, a lo largo de los tres años de gestión de los alcaldes, demuestra la seriedad del compromiso del PVEM con la reforestación, un compromiso que va más allá de las palabras y se traduce en acciones concretas.

La visión de Couttolenc se extiende más allá de los árboles. Con la misma determinación con la que impulsa la reforestación, aborda otros problemas cruciales para el Estado de México, como el huachicol de agua. Ante la creciente escasez de este recurso vital, Couttolenc propone tipificar este delito como grave, una medida contundente para proteger el agua, fuente de vida para todos.

Su enfoque innovador también se refleja en propuestas como la transformación de residuos en energía, una solución inteligente para un problema acuciante. Imaginen un futuro donde la basura, en lugar de contaminar, se convierta en una fuente de energía limpia y renovable. Esta es la visión que Couttolenc busca materializar en el Estado de México.

Y en un gesto de preocupación por la seguridad de los jóvenes, Couttolenc impulsa la iniciativa de la pulsera centinela. Esta ingeniosa herramienta permitirá detectar bebidas adulteradas, ofreciendo una capa adicional de protección en las salidas nocturnas. Una pequeña pulsera con un gran impacto, un símbolo del compromiso del PVEM con el bienestar de la juventud.

En resumen, la jornada nacional de reforestación del PVEM es mucho más que una campaña política; es una declaración de principios, un compromiso con la vida, una apuesta por un futuro donde la naturaleza y el progreso convivan en armonía. Bajo el liderazgo de José Alberto Couttolenc, el PVEM no solo planta árboles, planta la semilla de un México más verde, más seguro y más sostenible.