
12 de junio de 2025 a las 05:30
Trump amenaza con aranceles en 2 semanas
La sombra de los aranceles unilaterales se cierne nuevamente sobre el panorama comercial global. Tras una velada disfrutando de "Los Miserables" en el prestigioso Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de Washington, el presidente Donald Trump, en un encuentro improvisado con la prensa, dejó caer una bomba que resonó con fuerza en los mercados internacionales. El anuncio, cargado de la retórica característica del mandatario, apunta a un nuevo capítulo en la política comercial estadounidense, prometiendo el envío de misivas a socios comerciales en las próximas dos semanas, detallando las condiciones de los nuevos aranceles que, según adelantó, entrarán en vigor antes del 9 de julio.
El contraste entre la solemnidad del evento cultural y la brusquedad del anuncio genera una imagen poderosa y desconcertante. La grandilocuencia de "Los Miserables", una obra que explora temas de justicia social, pobreza y revolución, parece yuxtaponerse irónicamente con la imposición de medidas que podrían tener consecuencias significativas para la economía global. ¿Es acaso una metáfora involuntaria? ¿O simplemente un reflejo del estilo impredecible del presidente Trump?
El hermetismo en torno a los detalles específicos de estos aranceles alimenta la incertidumbre y la especulación. ¿A qué países se dirigen estas cartas? ¿Cuáles son los productos afectados? ¿Cuál es la magnitud del impacto económico que se prevé? Estas son preguntas que flotan en el aire, generando ansiedad en los mercados y preocupación entre los analistas. La falta de transparencia contribuye a un clima de tensión y alimenta la volatilidad en un escenario internacional ya de por sí complejo.
Sin embargo, en medio de la amenaza de los aranceles, el presidente Trump destacó el "gran trato" alcanzado con China y Reino Unido. Un optimismo que contrasta con la severidad de las medidas anunciadas y que deja entrever la estrategia de negociación del mandatario. La táctica del palo y la zanahoria, una constante en su política comercial, busca presionar a los socios comerciales presentando un escenario de consecuencias negativas y ofreciendo al mismo tiempo la posibilidad de un acuerdo beneficioso.
“Pueden aceptarlo o rechazarlo”, una frase lapidaria que resume la postura del presidente Trump. Una declaración que deja claro que Estados Unidos está dispuesto a imponer su voluntad en el ámbito comercial, sin importar las consecuencias. Esta actitud, que ha generado fricciones con numerosos países, pone en jaque el sistema multilateral de comercio y abre la puerta a una nueva era de proteccionismo.
La incertidumbre generada por este anuncio tendrá repercusiones en las próximas semanas. Los mercados estarán atentos a cada detalle, analizando las posibles consecuencias de estas medidas y tratando de anticipar los próximos movimientos del presidente Trump. Mientras tanto, la comunidad internacional contiene la respiración, esperando con aprensión la llegada de las cartas que podrían redibujar el mapa del comercio global. El tic-tac del reloj resuena con fuerza en los pasillos del poder, mientras la fecha límite del 9 de julio se acerca inexorablemente.
Fuente: El Heraldo de México