
12 de junio de 2025 a las 06:50
Tragedia: Asesinan a modelo brasileña de 23 años
La tragedia ha teñido de gris el brillante mundo del modelaje brasileño. La promesa truncada de Raissa Suellen Ferreira da Silva, una joven de apenas 23 años, nos confronta con la cruda realidad de la violencia de género que azota a Latinoamérica. Su historia, que comenzó con la ilusión de una nueva vida en São Paulo, terminó abruptamente en un cruel feminicidio que ha conmocionado al país y al mundo.
El presunto asesino, Marcelo Alves, un comediante y entrenador de artes marciales que se presentaba como amigo de la infancia de Raissa, confesó el crimen y condujo a las autoridades al lugar donde había ocultado el cuerpo de la joven. La frialdad del acto, el ensañamiento con el que se llevó a cabo, y la posterior manipulación del cuerpo, envuelto en una lona y atado con cinta adhesiva, revelan la brutalidad del feminicida y la vulnerabilidad a la que se enfrentan miles de mujeres en Brasil.
La investigación, liderada por la delegada Aline Manzatto, apunta a un crimen pasional, motivado por los celos y la frustración de Alves ante el rechazo de Raissa a sus insinuaciones. La participación del hijo de Alves en el ocultamiento del cadáver añade otra capa de complejidad y horror a este caso, planteando interrogantes sobre la complicidad familiar en la violencia de género. ¿Hasta qué punto la normalización de la violencia machista dentro del hogar puede influir en la comisión de estos crímenes?
La belleza y la juventud de Raissa, coronada Miss Serra Branca Teen en 2020, contrastan dolorosamente con el final de su historia. Su sueño de triunfar en el mundo de la moda, de construir una vida en São Paulo, se vio truncado por la violencia de un hombre que no aceptó un "no" como respuesta. Su caso nos recuerda la urgencia de combatir la cultura machista que permea nuestra sociedad y que alimenta la violencia contra las mujeres. No podemos permitir que la vida de jóvenes como Raissa se apague por la intolerancia y la posesividad.
Las cifras de feminicidios en Brasil son alarmantes. La ONU Mujeres reporta una tasa superior a 4.8 casos por cada 100.000 mujeres, una estadística que nos obliga a reflexionar sobre la eficacia de las políticas públicas para proteger a las mujeres y prevenir estos crímenes. ¿Qué más podemos hacer para garantizar la seguridad y la vida de las mujeres? ¿Cómo podemos construir una sociedad donde el respeto y la igualdad sean la norma?
El caso de Raissa Suellen no es un hecho aislado. Es un reflejo de una problemática profunda y arraigada que exige una respuesta contundente por parte de las autoridades y de la sociedad en su conjunto. La justicia debe actuar con celeridad y severidad, aplicando todo el peso de la ley para que este crimen no quede impune. Pero más allá del castigo, es necesario implementar políticas públicas que promuevan la igualdad de género, eduquen en el respeto y brinden apoyo a las víctimas de violencia.
El recuerdo de Raissa debe servirnos como un llamado a la acción. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la violencia machista. Debemos trabajar juntos para construir un futuro donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y alcanzar sus sueños sin temor a ser silenciadas. La memoria de Raissa y de todas las víctimas de feminicidio nos exige no olvidar, no callar y seguir luchando por un mundo más justo e igualitario.
Fuente: El Heraldo de México