
12 de junio de 2025 a las 22:00
Probabilidades de morir en un avión: ¿qué tan altas son?
El temor a volar es una realidad palpable para muchos. Imaginen esa sensación de vulnerabilidad, suspendidos a miles de metros de altura, confiando en una compleja máquina y en la pericia de desconocidos. Uno de cada cuatro viajeros experimenta esta ansiedad, según datos de la IATA, y el miedo a un accidente fatal encabeza la lista de preocupaciones. Pero, ¿cuán justificado es este temor en la actualidad?
Los avances en seguridad aérea han sido monumentales. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha arrojado luz sobre esta cuestión con un estudio revelador. Las cifras hablan por sí solas: el riesgo de morir en un vuelo comercial es hoy de 1 en 13.7 millones de embarques. Una cifra drásticamente menor a la de décadas pasadas. Retrocedamos en el tiempo: entre 1968 y 1977, esta probabilidad era de 1 en 350,000. La diferencia es abismal, una muestra contundente de la evolución en la seguridad de la aviación.
¿Qué hay detrás de esta mejora exponencial? Arnold Barnett, profesor del MIT y coautor del estudio, señala las continuas innovaciones en seguridad como el factor clave. No se trata de un punto estático, sino de una búsqueda constante por minimizar los riesgos. La probabilidad de un accidente fatal disminuye alrededor de un 7% anual, duplicando la seguridad cada década. Una tendencia comparable a la “Ley de Moore”, que describe el crecimiento exponencial de la potencia de procesamiento de los chips informáticos. En el caso de la aviación, la tecnología, los protocolos y la formación del personal se combinan para crear un entorno cada vez más seguro.
Pensemos en ello: un pasajero de hoy es 39 veces más seguro que uno de los años setenta. Es una estadística impactante que pone en perspectiva la evolución de la industria. Si bien el miedo a volar es comprensible, las cifras demuestran que la aviación comercial es hoy excepcionalmente segura. Viajar en avión ya no es una apuesta arriesgada, sino una forma eficiente y, sobre todo, segura de conectar con el mundo.
Más allá de las estadísticas, la industria no se duerme en los laureles. La investigación y el desarrollo continúan para seguir mejorando la seguridad aérea. Desde nuevos materiales y diseños de aeronaves hasta sistemas de control de tráfico aéreo más sofisticados, cada elemento se somete a rigurosas pruebas y mejoras. La formación de pilotos y personal de cabina también es un pilar fundamental. La preparación para cualquier eventualidad, por improbable que sea, es una constante en la industria.
Por supuesto, ningún sistema es infalible. Sin embargo, la dedicación a la seguridad y la constante innovación nos permiten afirmar que volar es hoy más seguro que nunca. Así que la próxima vez que sientan ese nerviosismo al abordar un avión, recuerden estas cifras. La realidad es que las probabilidades están a su favor. Viajar en avión no es solo una forma rápida y cómoda de desplazarse, sino también una de las más seguras. Despejen sus miedos y disfruten del viaje.
Fuente: El Heraldo de México