El verano se acerca a pasos agigantados, y con él, la promesa de días soleados, playas paradisíacas y la oportunidad de desconectar de la rutina. La Ciudad de México, con su clima caprichoso, nos impulsa a buscar refugio en las costas mexicanas, un oasis de calma y relax. Pero antes de embarcarnos en esta aventura, es crucial preparar nuestro cuerpo, no solo con ejercicio, sino también con una alimentación que nos permita disfrutar al máximo de cada instante. Y en esta búsqueda del bienestar, la zanahoria emerge como una aliada indispensable, desmintiendo mitos y confirmando su poder para potenciar nuestro bronceado y cuidar nuestra salud.

Mucho se ha dicho sobre las propiedades de la zanahoria, desde su capacidad para mejorar la vista hasta su influencia en el tono de la piel. Afortunadamente, la ciencia nos proporciona respuestas, confirmando algunos de estos beneficios y desmitificando otros. El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) nos aclara que el caroteno presente en la zanahoria se transforma en vitamina A en nuestro hígado, produciendo rodopsina, una sustancia esencial para la visión nocturna. Es decir, si bien la zanahoria no nos dará supervisión, sí contribuye a una mejor adaptación en condiciones de poca luz.

Pero la magia de la zanahoria no se limita a la vista. Ese mismo caroteno, al ser absorbido y almacenado en el tejido graso sin modificarse, otorga a la piel ese “toque bronceado” tan deseado. Por lo tanto, incluir zanahoria en nuestra dieta una semana antes de exponernos al sol no solo es recomendable, sino una estrategia inteligente para lucir una piel radiante. Y como si fuera poco, al consumirla cruda, fortalecemos nuestras encías y dientes, eliminando placa y residuos de comida, gracias a su textura fibrosa. El flúor que contiene también contribuye a mantener el esmalte dental en óptimas condiciones, una ventaja adicional que no podemos ignorar.

Disfrutar del sol en la playa es uno de los placeres del verano, pero es fundamental hacerlo con responsabilidad. El Dr. Rodrigo Roldán Marín, de la Clínica de Oncodermatología de la UNAM, nos advierte sobre los riesgos de una exposición solar prolongada. Tomar el sol entre 10 y 12 minutos diarios es saludable, ya que ayuda a sintetizar la vitamina D, esencial para la absorción del calcio. Sin embargo, superar este tiempo puede provocar quemaduras solares, cuyas consecuencias, como manchas, arrugas e incluso cáncer de piel, pueden manifestarse años después. Recordemos que “la piel tiene memoria”, y cada exposición excesiva deja una huella imborrable.

Por lo tanto, prepararse para el verano implica un enfoque integral, donde la alimentación y el cuidado de la piel son pilares fundamentales. La zanahoria, con sus múltiples beneficios, se convierte en una aliada imprescindible para disfrutar de unas vacaciones saludables y radiantes. Incluirla en nuestra dieta, junto con otras frutas y verduras, y proteger nuestra piel de la exposición solar excesiva, nos permitirá aprovechar al máximo los días de descanso y volver renovados, con un bronceado natural y una salud óptima. No esperemos más, ¡el verano nos espera!