
12 de junio de 2025 a las 12:35
Newsom vs. Trump: ¿Quién ganará?
La sombra de la incertidumbre se cierne sobre California, y por extensión, sobre la democracia estadounidense. Las palabras del gobernador Newsom resuenan como un grito de alarma ante lo que él percibe como un ataque directo a los cimientos mismos de la nación. La imagen de la Guardia Nacional desplegada en las calles de Los Ángeles, no para sofocar disturbios violentos, sino para acallar las voces disidentes que protestan contra las políticas migratorias de Trump, es un presagio inquietante. Newsom, lejos de amilanarse, alza la voz y advierte: esto no se trata solo de Los Ángeles. Este es un punto de inflexión, un momento crucial en el que debemos decidir qué tipo de país queremos ser. ¿Uno donde la disidencia es silenciada por la fuerza militar? ¿O uno donde la libertad de expresión y el derecho a la protesta son los pilares de nuestra sociedad?
La respuesta de la Casa Blanca, a través de la portavoz Karoline Leavitt, no hace más que alimentar las llamas de la controversia. La retórica de "gobierno de la turba" y la "sagrada responsabilidad" de preservar la ley y el orden, puede interpretarse como una justificación para la represión y una negación del derecho legítimo a la protesta. El toque de queda impuesto en Los Ángeles, sin un límite de tiempo definido, refuerza la sensación de que la ciudad se encuentra bajo un estado de sitio. La alcaldesa Bass justifica la medida como necesaria para mantener el control, pero la pregunta que queda en el aire es: ¿a qué precio? ¿A costa de las libertades fundamentales que definen a una sociedad democrática?
Mientras tanto, las protestas se extienden como un reguero de pólvora por todo el país. Chicago, San Antonio, Nueva York, Washington, Denver, Seattle, Filadelfia… La lista de ciudades que se unen al clamor popular crece cada día. La decisión del gobernador de Texas, Greg Abbott, de desplegar la Guardia Nacional en San Antonio ante una protesta anunciada, es una muestra más de la escalada de tensión y la creciente militarización de la respuesta a la disidencia.
Las cifras ofrecidas por la Casa Blanca sobre los arrestos de migrantes en Los Ángeles, con la mención específica de las "condenas penales previas", parecen buscar justificar la dureza de las medidas. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si estas redadas son realmente una respuesta a disturbios o una excusa para perseguir a la población migrante. Las redadas llevadas a cabo por el ICE en Downey, California, alimentan aún más estas sospechas.
La presencia de cientos de marines en el área de Los Ángeles, aún sin ser desplegados en las calles, añade un nuevo elemento de inquietud al escenario. La justificación oficial de que se encuentran en entrenamiento para la misión no convence a todos. La imagen de miles de soldados y marines listos para ser desplegados contra la población civil es una imagen que resuena con épocas oscuras de la historia americana. ¿Estamos presenciando el preludio de una represión a gran escala? ¿Es este el futuro que nos espera?
La tensión es palpable. El país se encuentra en un punto de inflexión. Las decisiones que se tomen en los próximos días y semanas determinarán el rumbo de la nación. ¿Prevalecerá la voz de la democracia o seremos testigos del triunfo del autoritarismo? El tiempo lo dirá.
Fuente: El Heraldo de México