La tranquilidad del mediodía regiomontano se vio abruptamente interrumpida este 11 de junio de 2025. Un audaz robo a plena luz del día sacudió el corazón comercial de Monterrey, dejando a su paso la incertidumbre y el temor entre los comerciantes de la Avenida Juárez. La Joyería del Ángel, un establecimiento reconocido por su tradición y la calidad de sus piezas, fue el blanco de un astuto delincuente que, con una frialdad escalofriante, se alzó con un botín millonario.

Imaginen la escena: el bullicio habitual del centro de la ciudad, el ir y venir de la gente, las conversaciones entre vecinos y comerciantes. De pronto, la serenidad se rompe. Un hombre, haciéndose pasar por un cliente más, ingresa a la joyería. Solicita ver una cadena, un gesto cotidiano en este tipo de establecimientos. Sin embargo, lo que parecía una transacción común se transformó en una pesadilla. Con un cuchillo de más de 30 centímetros, una verdadera arma blanca, el supuesto cliente amenazó a Alicia Martínez, la encargada de 63 años, quien con valentía enfrentó la aterradora situación.

El delincuente, descrito como un joven de aproximadamente 1.80 metros, complexión delgada, tez morena, vestido con un pantalón de mezclilla azul roto, una chambra y gorra negra, exigió no solo el dinero en efectivo, sino también las joyas exhibidas en el mostrador: 15 cadenas y 30 esclavas de oro, un botín valuado en más de un millón de pesos. Con la rapidez de un felino, el ladrón se apoderó del preciado tesoro y se escabulló entre la multitud, desapareciendo hacia el norte de la Avenida Juárez antes de que las autoridades pudieran reaccionar.

La llamada de Alicia a la policía activó una intensa movilización. Elementos municipales y ministeriales se desplegaron por la zona, peinando cada calle, cada rincón, en busca del fugitivo. Sin embargo, hasta el momento, la búsqueda no ha dado frutos. El ladrón, como un fantasma, se desvaneció en el aire, dejando tras de sí una estela de preguntas sin respuesta.

Este incidente no es un hecho aislado. Recordemos el cateo realizado por la Agencia Estatal de Investigaciones el pasado 21 de mayo en una vivienda de la colonia Independencia, también relacionado con el robo a una joyería. La creciente ola de asaltos ha generado una profunda preocupación entre los comerciantes del centro de Monterrey, quienes se sienten vulnerables ante la audacia de los delincuentes. ¿Qué medidas de seguridad se implementarán para proteger a los negocios y a sus empleados? ¿Qué estrategias se están desarrollando para combatir este tipo de delitos? La ciudadanía exige respuestas y acciones concretas para garantizar la tranquilidad y la seguridad en las calles de la ciudad.

El robo a la Joyería del Ángel nos recuerda la fragilidad de la seguridad y la importancia de la colaboración entre la comunidad y las autoridades. Mantengámonos alerta, informemos cualquier actividad sospechosa y trabajemos juntos para construir un Monterrey más seguro para todos.