Adéntrense en el universo perturbador de Camila Fabbri, donde la cotidianidad se desgarra para revelar la fragilidad que nos habita. En Estamos a salvo, la autora argentina nos sumerge en un mundo donde la amenaza acecha en los rincones más familiares, donde la seguridad es una ilusión efímera y la inquietud, una compañera constante. Imaginen la escena: una niña juega con un caimán, la inocencia infantil frente a la potencia salvaje de la naturaleza, una metáfora de la vulnerabilidad humana ante lo impredecible. ¿Qué ocurre cuando la bestia se inquieta? ¿Dónde termina el juego y empieza el peligro?

Fabbri nos confronta con la precariedad de nuestra existencia a través de situaciones que quiebran la normalidad. Una mujer toma un taxi buscando el confort de su hogar, pero termina perdida en la desolación del campo. El asfalto se convierte en tierra, la ciudad en un territorio desconocido, el regreso a casa en un viaje hacia la incertidumbre. ¿Qué fuerzas invisibles la han desviado de su camino? ¿Qué le depara la oscuridad que la rodea?

La extrañeza se infiltra incluso en los lazos familiares. Un hombre adopta un gato y, lentamente, su hijo comienza a asemejarse al felino, una metamorfosis inquietante que desdibuja los límites entre lo humano y lo animal. ¿Es una ilusión, una maldición o una conexión profunda con la naturaleza?

La autora nos desafía a cuestionar nuestra percepción de la realidad. ¿Qué pasaría si un día las noticias anunciaran que nadie ha muerto? En el libro, una mujer experimenta un terror profundo ante esta noticia, una paradoja que nos obliga a reflexionar sobre nuestra relación con la muerte, con la finitud. ¿Es la ausencia de muerte una bendición o una condena?

La desazón se extiende a la esfera social. Un grupo de padres espera a sus hijos a la salida del colegio, pero una niebla de incertidumbre se cierne sobre ellos: no pueden reconocer a sus propios hijos. La familiaridad se desvanece, la identidad se vuelve borrosa, el vínculo parental se quiebra. ¿Qué ha alterado la realidad de estos padres? ¿Se trata de una amnesia colectiva o de una realidad alterna?

Y en un pueblo sofocado por el calor, los bebés comienzan a desaparecer, un misterio que se adueña de la comunidad, sembrando el pánico y la desconfianza. El calor abrasador se convierte en un símbolo de la amenaza invisible que acecha a los más vulnerables. ¿Quiénes son los responsables de estas desapariciones? ¿Qué oscuros secretos esconde el pueblo?

Estos son solo algunos ejemplos del universo onírico y perturbador que nos presenta Camila Fabbri en Estamos a salvo. La autora, con una prosa precisa y evocadora, nos invita a explorar las grietas de la realidad, a confrontar nuestros miedos más profundos y a cuestionar la aparente seguridad de nuestra existencia. Los epígrafes tomados de documentales de National Geographic, lejos de ser un mero adorno, nos recuerdan la proximidad entre el hombre y el animal, la fragilidad de la civilización y la fuerza indómita de la naturaleza.

Esta reedición de Almadía nos permite reencontrarnos con la potencia original del texto, una obra que resuena con la inestabilidad de nuestro tiempo, con la desconfianza en el futuro y con la fragmentación de la realidad. En un mundo convulso, la literatura de Fabbri se convierte en un faro que ilumina las zonas oscuras de la experiencia humana, un hilo conductor que nos ayuda a navegar por el caos y a encontrar sentido en la incertidumbre.