
12 de junio de 2025 a las 12:55
INEGI: ¿A qué edad te vuelves invisible para el empleo?
La brecha generacional en el mercado laboral mexicano: un desafío persistente.
La disminución del desempleo en México, celebrada en recientes titulares, esconde una realidad preocupante: la persistente desigualdad en el acceso a oportunidades laborales. Mientras las cifras macroeconómicas pintan un panorama alentador, un análisis más profundo revela que la discriminación por edad sigue siendo un obstáculo formidable para dos grupos demográficos clave: los jóvenes que buscan su primera experiencia y los adultos mayores que desean mantenerse activos.
El INEGI, en sus más recientes informes, confirma esta preocupante tendencia. Si bien el desempleo general ha disminuido, las personas mayores de 50 años enfrentan una batalla cuesta arriba para incorporarse o mantenerse en el mercado laboral. Imaginen la frustración de quienes, con décadas de experiencia y conocimiento acumulado, son descartados simplemente por su edad. Las cifras son contundentes: siete de cada diez personas mayores de 50 años afirman haber sido rechazados en procesos de selección, ya sea para un nuevo empleo o para un ascenso dentro de su propia empresa. Esto no solo representa una pérdida invaluable de talento y experiencia para las empresas, sino que también tiene un impacto devastador en la autoestima y la seguridad económica de quienes se ven afectados.
Por otro lado, los jóvenes recién egresados, llenos de energía y con una formación académica sólida, se encuentran con un muro infranqueable: la falta de experiencia. En un círculo vicioso, se les exige experiencia para acceder a un puesto, pero no se les brinda la oportunidad de adquirirla. Este escenario desalentador frena su desarrollo profesional, limita sus posibilidades de contribuir a la sociedad y genera una creciente frustración entre quienes representan el futuro del país. La paradoja es evidente: se invierte en su educación, se les prepara para el mundo laboral, pero al momento de dar el salto se les cierran las puertas.
¿Qué soluciones podemos plantear ante esta problemática? Es necesario un cambio de paradigma en la cultura empresarial. Se deben implementar políticas que promuevan la inclusión y la valoración de la experiencia en el caso de los adultos mayores, reconociendo su aporte invaluable a las organizaciones. Asimismo, es fundamental crear programas de prácticas profesionales y mentorías que faciliten la inserción laboral de los jóvenes, brindándoles la oportunidad de adquirir la experiencia que tanto se les exige. La inversión en capacitación y reconversión laboral para ambos grupos también es crucial.
No podemos permitir que el talento se desperdicie. La diversidad generacional enriquece a las empresas y fortalece a la sociedad. Romper el ciclo de la discriminación por edad no solo es un acto de justicia, sino una estrategia inteligente para impulsar el crecimiento económico y construir un futuro más próspero para todos. El desafío está planteado. Es hora de actuar.
Fuente: El Heraldo de México