La tensión política en San Luis Potosí se palpa en el aire. Más allá de los comunicados oficiales y las aclaraciones, la realidad que viven los potosinos parece distar mucho del discurso optimista del gobernador Ricardo Gallardo. Mientras él intenta desviar la atención hacia supuestas consignas periodísticas, los indicadores socioeconómicos pintan un panorama preocupante. La disminución de ingresos en el sector comercial, la falta de dinamismo industrial y los bajos índices de acceso a vivienda digna y alimentación de calidad son datos que no se pueden ignorar. A esto se suma el temor latente de la ciudadanía, reflejado en una alta percepción de inseguridad que alcanza al 72.4% de los habitantes de la capital.

El debate sobre la pobreza y los programas sociales también enciende la polémica. Gallardo intenta adjudicarse logros que, según la presidenta Claudia Sheinbaum, son fruto de la política social implementada a nivel federal durante la administración anterior. Este cruce de acusaciones pone en evidencia la compleja relación entre el gobierno estatal y el federal, y deja entrever las tensiones políticas que subyacen.

La sombra de la corrupción también se cierne sobre la administración de Gallardo. Las denuncias y cuestionamientos, lejos de ser atendidos, parecen generar una reacción de rechazo y soberbia por parte del gobernador. Esta actitud, sumada a la creciente preocupación por la inseguridad, alimenta la desconfianza y el malestar entre la población.

Mientras tanto, el futuro político de San Luis Potosí se vislumbra incierto. Las aspiraciones de Ruth González, impulsada por Gallardo, se enfrentan a las advertencias de Sheinbaum sobre el nepotismo y los actos anticipados de campaña. La posibilidad de que Morena, con Luisa María Alcalde al frente, dispute la gubernatura en 2027 añade un nuevo ingrediente a este escenario político ya de por sí convulsionado. La ciudadanía potosina espera con ansias un cambio que traiga consigo tranquilidad, bienestar y un verdadero compromiso con la solución de sus problemas.

En otros temas de relevancia nacional, destaca la importancia de la acreditación para las PyMEs mexicanas. En un contexto económico desafiante, la Entidad Mexicana de Acreditación (ema) se consolida como un aliado estratégico para impulsar la competitividad y la innovación en este sector clave para la economía del país. La conmemoración del Día Mundial de la Acreditación 2025, enfocada en las PyMEs, subraya la necesidad de fortalecer sus capacidades y facilitar su acceso a nuevos mercados.

Finalmente, la solidaridad y la cooperación se hacen presentes en Guerrero, donde el PNUD y Rotoplas unen esfuerzos para llevar agua a las comunidades afectadas por los huracanes “Otis” y “John”. La instalación de sistemas de captación pluvial no solo brinda una solución inmediata a la escasez de agua, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades ante futuras emergencias. Esta iniciativa es un ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes actores puede generar un impacto positivo y tangible en la vida de las personas más vulnerables.

En contraste con estas acciones positivas, el panorama de la ciberseguridad en México es preocupante. El aumento de los ciberataques, la creciente sofisticación de las técnicas utilizadas por los delincuentes y la falta de preparación de las empresas y del sector público dejan al país en una situación de vulnerabilidad. Es urgente implementar estrategias integrales que incluyan la inversión en tecnología, la capacitación de la población y el desarrollo de un marco normativo que permita enfrentar este desafío de manera efectiva.