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12 de junio de 2025 a las 09:10
El Polvo que Enferma: ¿Progreso a Qué Costo?
El polvo se levanta como un fantasma gris, un espectro constante que se cuela por las ventanas, se posa en los muebles, se impregna en la ropa. En Tepetzingo, Tetecalita y Tezoyuca, en el corazón de Morelos, respirar se ha convertido en un acto de resistencia. No es el polvo de la tierra labrada, el polvo que anuncia la lluvia o el que se levanta con el viento del campo. Es el polvo de cemento, fino, invasivo, un recordatorio permanente de la cementera que, desde 1996, se yergue imponente en tierras ejidales, una mole gris que promete progreso pero que entrega enfermedad.
Los acuerdos firmados hace décadas, cuando padres y abuelos estampaban su firma con la esperanza de un futuro mejor, se han convertido en papel mojado. Los caminos, que debían mantenerse en buen estado, están agrietados y polvorientos. Los canales de riego, otrora fuente de vida para los cultivos, ahora transportan un agua turbia, contaminada. El aire, antes limpio y fresco, ahora espeso y cargado de partículas, un enemigo invisible que se cuela en los pulmones, que erosiona la salud, que roba el futuro.
No es sólo el polvo. Las explosiones, que sacuden la tierra y los hogares, son la banda sonora de una convivencia forzada, un recordatorio constante de la presencia de la cementera. Y de noche, cuando el silencio debería reinar, un humo acre y oscuro se escapa de las chimeneas, un veneno invisible que se dispersa en la oscuridad, mientras los habitantes duermen, inconscientes del peligro que acecha.
Los rumores, que circulan como un murmullo persistente, hablan del petcoke, un combustible barato y altamente contaminante, un subproducto del petróleo que se quema en los hornos de la cementera, liberando sustancias tóxicas al aire. Los casos de cáncer, dicen los pobladores, han aumentado. Una clínica de tercer nivel, construida para atender la creciente demanda, se yergue como un monumento a la enfermedad, un testimonio silencioso del precio del "progreso".
El bloqueo, que ha paralizado la planta durante más de 48 horas, no es un acto impulsivo, sino el resultado de años de silencio, de peticiones ignoradas, de una mesa de diálogo que nunca se abrió. Los camiones, detenidos en la entrada, son un símbolo de la resistencia, de la determinación de un pueblo que se niega a seguir pagando el costo del desarrollo con su salud.
No se trata sólo de contratos incumplidos. Es una lucha por el derecho a respirar, por el derecho a la salud, por el derecho a un futuro digno. Es la voz de Tepetzingo, Tetecalita y Tezoyuca, que se alza con fuerza, que resuena en las calles, que exige justicia. Y mientras no haya respuesta, mientras la sordera institucional persista, la resistencia continuará.
La crisis que se venía gestando en las entrañas de Movimiento Ciudadano en Nuevo León ha explotado. La salida de Rocío Montalvo no es un hecho aislado, sino un síntoma de la profunda fractura que atraviesa al partido naranja. Los rumores, que corrían como un río subterráneo, ahora se confirman: la ruptura es abierta y las consecuencias para Samuel García podrían ser devastadoras.
Los acuerdos con Morena, susurrados en los pasillos del poder, han sembrado la desconfianza entre las filas del partido. La entrega del estado en 2027, a cambio de protección política para García al finalizar su mandato, es la moneda de cambio que se baraja en las sombras. Y mientras el gobernador teje alianzas con sus antiguos rivales, una parte importante de su partido se desmorona.
El acercamiento del bloque morenista a Samuel García, con gestos inusuales de cercanía y apoyo, ha despertado sospechas. Las filtraciones de conversaciones, que revelan pactos secretos, han alimentado la desconfianza y la indignación. La opacidad en el manejo de los recursos públicos, otro de los fantasmas que persigue a la administración de García, ha contribuido a la desbandada de legisladores.
La renuncia de Montalvo, tras la negativa de la Secretaría de Movilidad a entregarle información clave sobre el transporte público, es un acto de rebeldía, una denuncia pública de la falta de transparencia que impera en el gobierno estatal. Los datos que solicitó, sobre el número de camiones, las inversiones, las rutas y las adquisiciones, no coinciden con el discurso triunfalista del gobernador, y la diputada, en un acto de valentía, ha decidido romper el silencio.
Su voto, ahora independiente, será decisivo en el Congreso local, rompiendo la mayoría que ostentaba Movimiento Ciudadano. Con 20 legisladores, contando a sus aliados, frente a los 21 del PRIAN más el voto de Montalvo, el control absoluto de Samuel García se ha esfumado.
Y esto, me aseguran fuentes cercanas al partido, es sólo el principio. Se esperan más salidas, más renuncias de legisladores desencantados con la gestión del gobernador. Sin un Congreso dócil que le aplauda cada decisión, Samuel García se enfrentará a un escrutinio real, a una fiscalización que pondrá al descubierto los pendientes de su administración. El escenario político en Nuevo León se ha vuelto inestable y el futuro del gobernador, incierto.
Fuente: El Heraldo de México