
12 de junio de 2025 a las 09:10
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La histórica jornada electoral para la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha concluido, y el eco de las voces ciudadanas resuena con fuerza. Casi cinco millones de personas, una cifra imponente, han depositado su confianza en la propuesta que lideré. Ante tal muestra de apoyo, solo puedo expresar mi más profunda gratitud. Un "gracias totales" que nace del corazón y se extiende a cada rincón del país.
Este agradecimiento no es una simple formalidad. Es un reconocimiento a la participación activa y consciente de la ciudadanía en un proceso electoral sin precedentes. Agradezco a quienes nos abrieron sus puertas, a quienes nos prestaron sus oídos y, sobre todo, a quienes creyeron en la visión de un Nuevo Éxodo por la Democracia. Su compromiso con la justicia electoral, su interés por elegir a quienes impartirán justicia en el país, es la base sobre la que se construye un futuro democrático más sólido. El diálogo, el debate y la confianza depositada en este proyecto son el combustible que nos impulsa a seguir adelante.
Durante los últimos dos meses, recorrimos un país diverso y complejo. Más de 17 mil kilómetros, un viaje que nos llevó por carreteras, vías férreas y rutas aéreas, para conectar con cada estado de la República. No solo llevamos un mensaje, sino que también escuchamos. Recogiendo historias de agravios, sí, pero también de resistencia, de propuestas y de una inquebrantable esperanza. Estas voces, cargadas de experiencias y anhelos, son un compromiso ineludible que asumo con la mayor responsabilidad.
Este resultado no es una victoria personal. Es el triunfo de un pueblo que exige una justicia más cercana, más representativa y más valiente. Una justicia que rompa con la centralización y dirija su mirada hacia las realidades diversas de nuestro país: al sur, al norte, al campo, al mar, a las comunidades indígenas y a todas aquellas voces que han sido silenciadas por demasiado tiempo. Es el clamor por una justicia que refleje la pluralidad y la riqueza de México.
Quiero extender mi reconocimiento a las demás y los demás contendientes por la cortesía democrática demostrada durante este proceso. Muchos de ellos son colegas valiosos, personas con una amplia trayectoria y una vocación admirable. Su participación enriquece este ejercicio democrático y fortalece la legitimidad institucional.
A quienes no participaron en esta jornada electoral, les dirijo un mensaje de respeto y la certeza de que este proceso dará como resultado un trabajo responsable y sensible. Desde la posición que ocuparé, me comprometo a defender una justicia profesional, imparcial y con un profundo sentido de país. Una justicia que proteja los derechos de las mayorías, sin dejar de lado la salvaguarda de las minorías, en un equilibrio que garantice la equidad para todos.
Esta campaña ha sido una experiencia enriquecedora en muchos niveles: humano, histórico e incluso místico. Me ha reafirmado la profunda convicción de que la ciudadanía está preparada para tomar las riendas del destino de las instituciones. Cuando esto sucede, la democracia deja de ser una teoría abstracta y se convierte en una fuerza transformadora.
Chiapas, el punto de partida de este viaje, es también el lugar desde donde hoy escribo estas palabras de agradecimiento. Aquí renuevo mi compromiso de trabajar con dignidad y convicción por una Sala Superior democrática y soberana.
Nos encontraremos pronto, en los espacios donde se escucha, se debate y se decide con el respaldo de la ciudadanía.
Fuente: El Heraldo de México