La furia de Tláloc se ha desatado nuevamente sobre la Ciudad de México, pintando un escenario de caos vial y preocupación entre sus habitantes. La tarde de este jueves 12 de junio, las intensas precipitaciones, dignas de la temporada de lluvias, activaron la Alerta Naranja decretada por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), dejando a su paso un mosaico de afectaciones en diversos puntos de la capital.

Imaginen la Calzada San Antonio Abad, bajo el puente de Lorenzo Boturini, en la colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc. No un flujo constante de vehículos, sino una inmensa piscina improvisada, donde los coches parecen navegar a la deriva. Un escenario similar se replica en Viaducto Río de la Piedad, al oriente, bajo el puente de Circuito Interior, obligando a los conductores a buscar alternativas como el Eje 4 Sur y Francisco Morazán. La SGIRPC, a través de sus canales oficiales, no cesa en su labor informativa, alertando a la población sobre estas zonas críticas. El hashtag #PrecauciónVial se convierte en un grito digital de alerta, una herramienta vital para navegar la compleja geografía urbana transformada por la lluvia.

Hacia el norte, la situación no mejora. Circuito Interior, entre Calzada de Guadalupe y Calzada de los Misterios, se convierte en otro punto crítico, con encharcamientos que dificultan el tránsito. Protección Civil, con la firmeza que la caracteriza, recomienda a la ciudadanía evitar la zona y optar por alternativas como el Eje 3 y 2 Norte. La coordinación entre las distintas dependencias se vuelve crucial en estos momentos, una sinfonía de esfuerzos para minimizar el impacto de la tormenta.

El oriente de la metrópoli tampoco escapa al embate de Tláloc. Encharcamientos severos se reportan en Eje 3 Oriente, específicamente en su conexión con el distribuidor vial Heberto Castillo, a la altura de Calzada General Ignacio Zaragoza. La imagen de las autoridades de Tránsito de la SSC trabajando arduamente para bajar el nivel del agua, compartidas bajo el hashtag #BuenasPrácticas, es un testimonio de la labor incansable que realizan para mitigar los efectos de las precipitaciones.

La colonia Aviación Civil, en la alcaldía Venustiano Carranza, se ha convertido en uno de los epicentros de las afectaciones. Grandes encharcamientos han movilizado a los servicios de emergencia, quienes trabajan contra reloj para atender la situación. La solidaridad se hace presente: se exhorta a la ciudadanía a reportar cualquier anomalía, convirtiéndose en ojos vigilantes que complementan la labor de las autoridades.

En la colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez, la fuerza de la naturaleza se manifestó de otra manera. Un árbol, vencido por el ímpetu de la lluvia, se desploma sobre un automóvil. Afortunadamente, no se reportan heridos. La imagen del incidente, compartida en redes sociales, nos recuerda la fragilidad ante la fuerza de los elementos. Protección Civil, siempre alerta, acude al lugar para retirar el tronco y restablecer la normalidad.

Más allá de las cifras y los reportes oficiales, se percibe la angustia de los ciudadanos atrapados en el tráfico, la preocupación de quienes ven sus hogares amenazados por el agua, la solidaridad de quienes se tienden la mano en momentos de dificultad. La lluvia, una constante en la vida de la ciudad, nos recuerda la importancia de la prevención, la colaboración y la resiliencia. Nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno y a prepararnos para los desafíos que la naturaleza nos presenta. El #Tlaloque2025 nos recuerda que la historia se repite, y que debemos aprender de cada experiencia para afrontar el futuro con mayor fortaleza.