La rigurosidad en los procesos migratorios hacia Estados Unidos se intensifica a partir de 2025. Una nueva política, enfocada en la verificación de datos, promete sacudir el panorama para quienes aspiran a obtener una visa de no inmigrante. El epicentro de este cambio radica en el formulario DS-160, ese documento crucial que se erige como la llave de acceso al territorio norteamericano. Ahora, más que nunca, la precisión en su llenado se convierte en un requisito ineludible.

El Departamento de Estado, en un esfuerzo por blindar el sistema contra posibles fraudes y garantizar la autenticidad de la información proporcionada, ha implementado una medida que exige la coincidencia exacta entre el número de confirmación del DS-160 y el registrado en el perfil de cita del solicitante. Cualquier discrepancia, por mínima que parezca, podría desencadenar la cancelación inmediata de la cita, dejando al aspirante en un limbo burocrático.

Imaginen la frustración: meses de espera, la ilusión del viaje en el horizonte, y todo se desvanece por un simple error tipográfico. Es una realidad que muchos podrían enfrentar si no prestan la debida atención a este nuevo requisito. La Embajada de Estados Unidos en México, al igual que otras representaciones diplomáticas alrededor del mundo, ya ha comenzado a difundir la información, haciendo hincapié en la importancia de la verificación minuciosa de los datos.

Este número de confirmación, que comienza con las letras "AA", es único e irrepetible, actuando como una huella digital del formulario. Su incorrecta transcripción, ya sea por un descuido al teclear, un formulario incompleto o, incluso, la intervención de terceros que gestionan el trámite –como agencias de viaje–, puede tener consecuencias devastadoras para el solicitante.

El Departamento de Estado, consciente de la posibilidad de errores humanos, ofrece una ventana de oportunidad para rectificar la situación. Si el solicitante detecta la discrepancia con al menos dos días de anticipación a la cita, puede acceder a su perfil en línea, editar la información y actualizar el campo “Número DS-160”. Una acción sencilla que puede evitar la pérdida de tiempo, dinero y la angustia de ver truncados los planes de viaje.

Sin embargo, la clemencia tiene un límite. Si la fecha de la cita llega y el error persiste, el solicitante se verá obligado a reiniciar el proceso desde cero. Esto implica, lamentablemente, volver a pagar la tarifa de solicitud y agendar una nueva cita, enfrentando nuevamente la incertidumbre de la espera.

La advertencia, difundida a través de las redes sociales, es clara y concisa: "Tu número DS-160 debe coincidir con el de tu perfil. Si no coincide 2 días antes, tu cita será cancelada". Un mensaje que resuena como una alarma, instando a los solicitantes a tomar las riendas de su proceso y verificar, doblemente, cada detalle del formulario.

En un mundo cada vez más interconectado, la agilización de los trámites migratorios es esencial. Pero esta agilidad no debe sacrificar la seguridad y la veracidad de la información. La nueva política, si bien puede parecer rigurosa, busca precisamente ese equilibrio: facilitar el acceso a quienes cumplen con los requisitos, al tiempo que se blinda el sistema contra posibles irregularidades. La clave está en la información y la previsión. Informarse, revisar y actualizar son las tres acciones que pueden marcar la diferencia entre un viaje exitoso y una experiencia frustrante.