La designación de Hugo Aguilar Ortiz a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha generado una oleada de reacciones encontradas en el seno de las comunidades yaquis. Mientras algunas voces se alzan en crítica, otras, como la de Loma de Guamúchil, lo reciben con los brazos abiertos, celebrando la llegada de un aliado a la cima del Poder Judicial. Juan Luis Matuz González, Capitán tradicional de esta comunidad, no escatima en elogios para Aguilar Ortiz, a quien describe como un "compañero de lucha" y un artífice clave en la implementación del Plan de Justicia del Pueblo Yaqui.

Para Matuz González, la llegada de Aguilar Ortiz a la SCJN no es solo un logro histórico para los pueblos originarios, sino un símbolo de esperanza y una garantía de que sus demandas seguirán siendo escuchadas en las más altas esferas del poder. Recuerda con especial énfasis la participación de Aguilar Ortiz como coordinador general de Derechos Indígenas del INPI durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, un periodo que, según sus palabras, marcó un antes y un después en la historia de la tribu Yaqui.

“Nunca antes habíamos sido tomados tan en serio”, afirma Matuz González, destacando la importancia del diálogo directo y respetuoso que Aguilar Ortiz mantuvo con las autoridades tradicionales durante las asambleas comunitarias. Este enfoque, basado en el consenso y el respeto a las formas tradicionales de gobierno, contrasta, según él, con las prácticas impuestas en el pasado, que a menudo ignoraban las necesidades y perspectivas de la comunidad.

Los resultados, a ojos de Matuz González, son innegables. La recuperación de 39 mil hectáreas de territorio ancestral, la construcción de 265 viviendas en Loma de Guamúchil, los avances en la construcción del acueducto Yaqui y la entrega de infraestructura deportiva son solo algunos ejemplos de los logros alcanzados gracias al Plan de Justicia, un plan que, según él, no habría sido posible sin la intervención decisiva de Hugo Aguilar Ortiz. Además, subraya la importancia de la administración formal del Distrito de Riego 018 por parte de jóvenes yaquis capacitados en áreas como ingeniería, biología y técnica. Este hecho, para Matuz González, representa un paso fundamental hacia la autodeterminación y el control de sus propios recursos.

Sin embargo, el optimismo de Loma de Guamúchil no es compartido por todos. Otras comunidades yaquis y yoremes han expresado su rechazo a la designación de Aguilar Ortiz, acusándolo de avalar consultas amañadas y procesos de despojo territorial. Estas voces críticas denuncian que las decisiones del INPI se tomaron "a puerta cerrada", excluyendo a sectores disidentes y legitimando la imposición de autoridades no reconocidas por la comunidad.

Matuz González rechaza categóricamente estas acusaciones, defendiendo la transparencia y la participación comunitaria en todas las etapas del Plan de Justicia. Insiste en que las reuniones fueron públicas y abiertas, y que la recuperación de tierras ha sido un logro tangible para la comunidad. Acusa, además, a los críticos de ser los mismos que han obstaculizado el avance del proyecto de agua potable mediante amparos.

En este contexto de opiniones encontradas, la voz de Loma de Guamúchil se alza con firmeza, expresando su confianza en que Hugo Aguilar Ortiz, desde su nueva posición en la Suprema Corte, seguirá trabajando por la justicia y el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios. El nombramiento, previsto para septiembre, se percibe en esta comunidad como un hito histórico y una oportunidad para construir un futuro más justo y equitativo para todos los mexicanos. Matuz González, en nombre de su comunidad, hace un llamado a la unidad y al diálogo, invitando a quienes dudan o critican a reconocer los logros alcanzados y a sumarse a la construcción de un México más inclusivo.