
12 de junio de 2025 a las 19:10
Acapulco: Refuerzan seguridad tras alerta armada
La tranquilidad en Xaltianguis, una pequeña localidad rural enclavada en el corazón de Acapulco, se vio estremecida esta semana. La aparente calma del día a día se quebró con la viralización de un video inquietante: un grupo de al menos cincuenta individuos encapuchados, armados hasta los dientes, formados en una escalofriante hilera frente a camionetas blancas polarizadas. El escenario: el corredor Acapulco-Tierra Colorada, la puerta de entrada a la comunidad. La incertidumbre se apoderó de los habitantes. ¿Cuándo fue grabado? ¿Quiénes son estos hombres? ¿Qué buscan? Las preguntas, sin respuesta inmediata, se propagaron como la pólvora en las redes sociales, alimentando el temor y la especulación.
Ante la creciente ola de inquietud, el gobierno de Guerrero no tardó en reaccionar. En una declaración que buscaba transmitir calma y control, la Mesa de Coordinación Para la Construcción de Paz aseguró que la situación en Xaltianguis "se mantiene en total tranquilidad". Sin embargo, las imágenes del video, grabadas en plena luz del día y con una aparente impunidad, contrastaban fuertemente con la versión oficial.
Tras bambalinas, se puso en marcha una operación coordinada de alta precisión. El Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal unieron fuerzas para reforzar la seguridad en la zona. Un despliegue estratégico de efectivos se extendió por la localidad, instalando puntos de control en tramos clave del corredor. La presencia de las fuerzas de seguridad, visible y contundente, pretendía disuadir cualquier intento de alteración del orden y tranquilizar a la población.
El llamado a la colaboración ciudadana no se hizo esperar. El gobierno de Guerrero, consciente de la importancia de la participación comunitaria, solicitó a los habitantes de Xaltianguis acatar las indicaciones de seguridad y colaborar activamente en la construcción de un entorno de paz. Un llamado a la unidad, a la resistencia pacífica frente a la amenaza latente que representaba el video.
Más allá del operativo inmediato, este incidente pone de manifiesto la compleja realidad que se vive en algunas zonas rurales de Guerrero. La presencia de grupos armados, la fragilidad de la seguridad y la incertidumbre que genera la falta de información son desafíos que requieren una atención integral y sostenida. Si bien el gobierno ha respondido con prontitud, es crucial que se implementen estrategias a largo plazo para fortalecer el estado de derecho, garantizar la seguridad de la población y erradicar la impunidad que permite que este tipo de sucesos ocurran. La paz en Xaltianguis, como en todo Guerrero, no se construye solo con operativos, sino con justicia, desarrollo social y la participación activa de una comunidad que anhela vivir sin miedo. El video, aunque inquietante, puede ser una oportunidad para abordar las problemáticas de fondo y construir un futuro más seguro para todos.
Fuente: El Heraldo de México