Monterrey se viste de gala para recibir a una leyenda del fútbol mundial. Davor Šuker, el nombre que resonó en los estadios franceses durante el Mundial de 1998, ha pisado suelo regiomontano en el marco del World Football Summit, dejando una estela de admiración y expectativa ante la cercanía del Mundial 2026. Su visita no se limitó a la asistencia al evento internacional, sino que incluyó un encuentro con el alcalde Adrián de la Garza en el Palacio Municipal, una reunión que simboliza la importancia que Monterrey está adquiriendo en el panorama futbolístico global.

Más allá de la bota de oro y los goles que lo catapultaron a la fama, Šuker ahora desempeña un rol diplomático y deportivo, utilizando su influencia para estrechar lazos y promover el deporte rey. Durante su conversación con el alcalde, el exdelantero croata no escatimó en elogios para la ciudad, destacando la calidad de su infraestructura deportiva, un factor crucial para albergar un evento de la magnitud del Mundial. Pero no solo el cemento y el acero impresionaron a Šuker. La pasión que se respira en Monterrey por el fútbol, ese fervor que se transmite de generación en generación, y la calidez de su gente, fueron aspectos que el croata resaltó con entusiasmo, pintando una imagen atractiva para los aficionados de todo el mundo que se darán cita en México en 2026.

El alcalde De la Garza, por su parte, recibió con beneplácito la visita de la estrella croata, reconociendo el valor de estos encuentros para fortalecer los lazos internacionales y posicionar a Monterrey como un referente en el mundo del fútbol. La reunión no se limitó a las formalidades protocolares. En un ambiente distendido y ameno, Šuker y De la Garza, acompañados por miembros clave del gabinete municipal como Fernando Margáin, Ximena Tamariz, Karina Barrón y Aldo de Nigris, abordaron diversos temas relacionados con la próxima Copa del Mundo, desde los preparativos logísticos hasta las curiosas supersticiones que rodean este deporte en diferentes culturas. Imaginen las anécdotas compartidas, las risas cómplices y el intercambio de experiencias entre quienes han vivido el fútbol desde distintas perspectivas, pero con una pasión compartida.

La visita de Davor Šuker deja una huella imborrable en la ciudad, confirmando que Monterrey está más que lista para recibir al mundo en 2026. No solo se trata de la infraestructura, sino también de la calidez humana y la pasión por el fútbol, ingredientes esenciales para que la fiesta del deporte rey sea un éxito rotundo. La presencia del exgoleador croata sirve como un impulso adicional para la ciudad, un recordatorio de que el mundo entero tiene la mirada puesta en Monterrey, esperando con ansias el momento de vibrar con la emoción del fútbol en tierras mexicanas. Y mientras tanto, la ciudad se prepara, afinando cada detalle para ofrecer una experiencia inolvidable a todos aquellos que se unan a la celebración. La cuenta regresiva ha comenzado, y Monterrey está lista para brillar.