La reciente declaración de la Secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, señalando a la Presidenta Claudia Sheinbaum en relación a las manifestaciones en Los Ángeles, ha generado una enérgica respuesta por parte del Comité Ejecutivo Nacional de Morena. No solo se ha refrendado el apoyo absoluto a la mandataria mexicana, sino que se ha desmentido categóricamente cualquier vínculo entre el gobierno de Sheinbaum, Morena y las supuestas protestas violentas. Es importante destacar la trayectoria de la Presidenta, forjada en la lucha social y la movilización colectiva, pero siempre bajo la bandera de la paz y el diálogo. Esta acusación, sin fundamento alguno, contrasta radicalmente con la esencia misma de su liderazgo, que siempre ha abogado por el respeto a las instituciones y la resolución pacífica de los conflictos.

Es crucial entender el contexto de la lucha social en México, un país con una rica historia de movimientos populares que buscan la transformación y la justicia social. Morena, como partido político, nace precisamente de esa lucha, pero siempre anclado en la no violencia. Acusar a la Presidenta Sheinbaum de incitar a la violencia es no solo un despropósito, sino una tergiversación de su historia y la del propio partido. La transformación que promueve Morena se basa en el diálogo, la construcción de consensos y el respeto a la pluralidad, principios que han guiado las acciones de la Dra. Sheinbaum a lo largo de su carrera política.

Más allá de la indignación que genera esta acusación infundada, se abre una oportunidad para reafirmar la importancia del respeto y la colaboración entre México y Estados Unidos. Millones de mexicanos viven y trabajan honestamente en el país vecino, contribuyendo significativamente a la economía de ambas naciones. Son un puente cultural y económico, un ejemplo de trabajo y perseverancia, y merecen ser tratados con dignidad y respeto. Instrumentalizar su situación para lanzar acusaciones sin fundamento es un acto irresponsable que daña la relación bilateral.

El llamado del CEN de Morena al diálogo es una muestra de la madurez política y la voluntad de construir puentes en lugar de muros. En un mundo cada vez más interconectado, la cooperación entre naciones es fundamental para afrontar los desafíos globales. La relación entre México y Estados Unidos, dada su proximidad geográfica y sus profundos lazos económicos y culturales, requiere de un diálogo constante y respetuoso. En lugar de buscar culpables donde no los hay, es necesario enfocar los esfuerzos en fortalecer la cooperación y trabajar conjuntamente para el bienestar de ambos pueblos. El futuro de la región depende, en gran medida, de la capacidad de ambos países para construir una relación basada en la confianza, el respeto mutuo y la colaboración. La acusación lanzada contra la Presidenta Sheinbaum, lejos de contribuir a este objetivo, genera tensiones innecesarias y obstaculiza el camino hacia una relación bilateral más sólida y productiva. Es momento de apostar por el diálogo y la diplomacia, y dejar atrás las acusaciones infundadas que solo buscan la confrontación.