La creciente tensión en la relación México-Estados Unidos ha desatado una oleada de incertidumbre y preocupación, especialmente para las familias mexicanas con seres queridos al norte de la frontera. Las recientes redadas del ICE y la retórica incendiaria proveniente de ambos lados del Río Bravo han exacerbado un clima de por sí delicado, dejando a muchos preguntándose qué les depara el futuro. En medio de este panorama, las palabras de Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, resuenan con un llamado a la sensatez y la diplomacia. Su exhortación a un "basta" a las ocurrencias, apunta directamente a la necesidad de un enfoque más estratégico y menos reactivo para abordar la compleja problemática migratoria.

Moreno Cárdenas no se limita a criticar, sino que propone una alternativa: el diálogo. En un mundo cada vez más polarizado, donde las voces se alzan con estridencia y las soluciones parecen esquivas, la apuesta por la comunicación y la negociación se presenta como un faro de esperanza. El dirigente priista subraya la importancia de proteger a los connacionales en el extranjero, no con medidas improvisadas o populistas, sino con la solidez de acuerdos bilaterales que garanticen sus derechos y su bienestar.

Esta postura contrasta con la tendencia, cada vez más frecuente, de recurrir a la movilización como herramienta de presión política. Si bien la protesta social tiene un lugar legítimo en la democracia, su eficacia se ve comprometida cuando se convierte en un fin en sí mismo, en lugar de un medio para alcanzar objetivos concretos. En el contexto actual, la confrontación directa podría agravar las tensiones y perjudicar a quienes se pretende proteger. El camino del diálogo, aunque a veces parezca más lento y arduo, ofrece la posibilidad de construir puentes y encontrar soluciones duraderas.

La preocupación del PRI por la estabilidad política, económica y social del país es palpable en las declaraciones de su dirigente. La incertidumbre generada por la política migratoria actual no solo afecta a quienes buscan una vida mejor al otro lado de la frontera, sino que también tiene repercusiones en la economía nacional y en la imagen de México en el escenario internacional. La inestabilidad política y la falta de predictibilidad desalientan la inversión, frenan el crecimiento y erosionan la confianza en las instituciones.

Ante este panorama, la propuesta de Moreno Cárdenas se presenta como una alternativa viable y responsable. Priorizar el diálogo, la diplomacia y la construcción de acuerdos bilaterales no solo protege a los mexicanos en el extranjero, sino que también fortalece la posición de México en el mundo y sienta las bases para un futuro más próspero y seguro para todos. Es hora de dejar atrás las ocurrencias y apostar por la sensatez. Es hora de construir puentes en lugar de muros. Es hora de trabajar juntos para encontrar soluciones que beneficien a ambos lados de la frontera.