
11 de junio de 2025 a las 18:20
México y EUA: ¿Crisis migratoria?
La propuesta del diputado Miranda del PVEM de condicionar la vigencia de la credencial de elector al voto obligatorio ha generado un intenso debate. Mientras Miranda argumenta que esta medida, similar a la implementada en países como Australia y Argentina, fortalecería la participación ciudadana y la representatividad democrática, la bancada de Morena ha expresado su firme desacuerdo. Desde su perspectiva, el voto es un derecho, no una obligación, y condicionarlo a la credencial de elector coartaría la libertad individual y podría incluso desincentivar la participación genuina e informada. Señalan que la clave para una mayor participación radica en la capacidad de los candidatos para conectar con la ciudadanía y presentar propuestas atractivas, no en medidas coercitivas.
Esta iniciativa surge en un contexto de preocupación por la baja participación electoral, particularmente tras la reciente elección judicial, donde apenas un 13% del electorado acudió a las urnas. Para algunos, como el diputado Döring del PAN, esta cifra es un síntoma de la desconexión entre la clase política y la ciudadanía, una responsabilidad que recae directamente en los candidatos. Döring argumenta que la solución no está en obligar a votar, sino en inspirar y motivar a la población a través de propuestas y liderazgos convincentes. Un candidato que sepa conectar con las necesidades y aspiraciones del pueblo no tendrá problemas de abstencionismo, afirma el diputado.
Simultáneamente, la situación de los migrantes mexicanos en Estados Unidos ha añadido otro foco de tensión a la relación bilateral. Las recientes redadas han despertado la indignación y la preocupación tanto en México como en la comunidad internacional. Desde Morena, se insta a un análisis multifactorial del problema, reconociendo la influencia de la política interna estadounidense y abogando por la vía diplomática para encontrar una solución. Se rechaza cualquier tipo de respuesta que involucre el uso de la fuerza y se hace un llamado a la unidad nacional para defender los derechos de los migrantes, evitando la politización del tema.
La oposición, por su parte, critica la postura del gobierno mexicano ante la administración estadounidense, argumentando que la actual situación es consecuencia de una política exterior demasiado complaciente. Döring señala la ausencia de una representación diplomática activa y contundente en la defensa de los migrantes mexicanos, cuestionando la falta de visibilidad del canciller, del embajador en Washington y de los consulados. Se exige una mayor presencia y acción de las autoridades mexicanas para proteger a los connacionales que enfrentan persecución y vulnerabilidad en Estados Unidos. La situación es compleja y requiere una respuesta coordinada y eficaz para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos de los migrantes.
En este contexto, la figura de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también ha sido objeto de controversia. Se le ha criticado por supuestamente incitar a la violencia, una acusación que sus defensores rechazan categóricamente, argumentando que sus palabras han sido malinterpretadas y sacadas de contexto. Señalan que Sheinbaum simplemente ha expresado su solidaridad con los migrantes y ha reconocido su legítimo derecho a defender su historia, su esencia y su sueño americano. La situación sigue generando debate y polarización, en un momento en que la unidad y la diplomacia son más necesarias que nunca.
Fuente: El Heraldo de México