La sombra de la incertidumbre se cierne sobre la economía mundial, y México, lamentablemente, se encuentra en la primera línea de fuego. Las recientes proyecciones del Banco Mundial, como un termómetro que registra la fiebre del planeta económico, pintan un panorama preocupante: un crecimiento global del 2.3% para 2025, una cifra que sabe a poco y que nos recuerda los fantasmas de décadas pasadas. De hecho, se prevé que el crecimiento mundial en los primeros siete años de esta década alcance una media de tan solo el 2.5%, un ritmo lento que nos hace pensar en los años 70 y en las lecciones que deberíamos haber aprendido.

Y en medio de este escenario global incierto, México emerge como el país latinoamericano más vulnerable a las políticas comerciales de Estados Unidos. La proyección del Banco Mundial para nuestro país es de un crecimiento de apenas el 0.2% del PIB para este año, una cifra que, si bien es ligeramente superior a la estimación anterior del 0%, sigue siendo un grito de alerta. La espada de Damocles de la renegociación del T-MEC y las barreras comerciales impuestas por nuestro vecino del norte siguen generando una incertidumbre que paraliza la inversión y frena las exportaciones.

El informe del Banco Mundial es contundente: la incertidumbre en torno al T-MEC está afectando la confianza de los inversionistas y, como consecuencia, las exportaciones. Y en un país tan ligado a la industria automotriz estadounidense como el nuestro, las consecuencias pueden ser devastadoras. Imaginemos las fábricas con líneas de producción detenidas, los trabajadores con la angustia de un futuro incierto, las familias que ven cómo se reduce su poder adquisitivo.

Pero el Banco Mundial no es la única voz que alerta sobre la situación. BBVA Research también ha revisado a la baja sus proyecciones para la economía mexicana, anticipando una contracción del 0.4% para este año. Un dato que contrasta con el optimismo inicial del 1% y que confirma la gravedad del momento. Según Arnulfo Rodríguez Hernández, economista principal de BBVA México, esta revisión se debe a los efectos negativos de los aranceles, que se suman a la debilidad que la economía mexicana ya venía mostrando desde el año pasado. Un cóctel explosivo que amenaza con llevarnos a una recesión.

La pérdida de 25 mil empleos formales, prevista por BBVA Research, es una cifra que nos golpea en el rostro. 25 mil familias que pierden su sustento, 25 mil historias de lucha y esfuerzo que se ven truncadas. Y esto, a su vez, debilita aún más el consumo interno, generando un círculo vicioso que es difícil de romper.

¿Qué podemos hacer ante este panorama? No podemos quedarnos de brazos cruzados. Es necesario impulsar políticas que fortalezcan el mercado interno, que diversifiquen nuestras exportaciones y que nos permitan navegar en estas aguas turbulentas con mayor seguridad. Necesitamos apostar por la innovación, por la educación y por la creación de empleos de calidad. El futuro de México está en juego, y es nuestra responsabilidad construirlo con valentía, inteligencia y determinación.