México se encuentra en un punto de inflexión crucial para su desarrollo económico. El reciente Índice de Competitividad Estatal (ICE) del IMCO nos revela un panorama contrastante: mientras entidades como la CDMX, Baja California Sur, Nuevo León y Jalisco brillan por su dinamismo económico, otras como Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas luchan por salir del rezago. Esta disparidad, lejos de desanimarnos, debe servir como un llamado a la acción, una oportunidad para impulsar la colaboración y el desarrollo estratégico en cada rincón del país.

El ICE no es simplemente una lista de ganadores y perdedores. Es una herramienta invaluable que nos permite diseccionar las fortalezas y debilidades de cada estado, identificando áreas de oportunidad y sentando las bases para un crecimiento sostenible. Imaginemos el potencial de un México donde las entidades federativas, en lugar de competir entre sí, colaboren estratégicamente, aprovechando sus ventajas comparativas y complementándose mutuamente. El IMCO, con su análisis de los 12 Corredores Económicos del Bienestar, nos ofrece un mapa para navegar hacia ese futuro. Desde la Franja Fronteriza hasta el Corredor Maya, cada región representa un universo de posibilidades, esperando ser explorado y detonado.

La clave, como bien señala Valeria Moy, directora general del IMCO, radica en comprender las particularidades de cada entidad y desarrollar estrategias a medida. No se trata de aplicar soluciones genéricas, sino de adaptar las políticas públicas a las necesidades específicas de cada región. El Plan México, con su enfoque en la relocalización de empresas y el fortalecimiento de la industria nacional, representa una oportunidad histórica para impulsar el desarrollo económico. Sin embargo, para que este plan tenga un impacto real y duradero, es fundamental que se aterrice en estrategias locales, que se traduzca en acciones concretas que respondan a las realidades de cada estado.

La innovación, la infraestructura, la seguridad jurídica, el capital humano y la sostenibilidad ambiental son los pilares sobre los que debemos construir el futuro de México. Estos cinco puntos, propuestos por el IMCO, no son simples recomendaciones, sino la hoja de ruta para un desarrollo integral y sostenible. Promover la innovación significa invertir en investigación y desarrollo, fomentar la creatividad y el emprendimiento, y crear un ecosistema propicio para la generación de nuevas ideas. Desarrollar infraestructura logística implica no solo construir carreteras y puertos, sino también modernizar los sistemas de transporte y comunicación, para facilitar el flujo de bienes y servicios. Reforzar la seguridad y el Estado de derecho es fundamental para generar confianza en los inversionistas y crear un ambiente propicio para los negocios. Desarrollar capital humano implica invertir en educación y capacitación, para preparar a las futuras generaciones para los retos del siglo XXI. Y finalmente, impulsar la sostenibilidad ambiental es crucial para garantizar un futuro próspero para todos.

La oportunidad de sustituir a Asia en procesos de alto valor agregado es real y tangible. México cuenta con la ubicación geográfica, los recursos naturales y el talento necesarios para convertirse en un jugador clave en la cadena de suministro global. Sin embargo, como señala Santiago Cardona, director en Latam de Qualcomm, para aprovechar esta oportunidad es necesario implementar incentivos fiscales atractivos, gestionar responsablemente nuestros recursos naturales y invertir en la formación de talento especializado. Solo así podremos competir con éxito en el escenario internacional y consolidar a México como una potencia económica.

El camino hacia un México más competitivo y próspero no es fácil, pero es posible. Requiere la colaboración de todos los actores: gobierno, sector privado, academia y sociedad civil. El ICE del IMCO nos proporciona las herramientas y el conocimiento necesarios para tomar decisiones informadas y construir un futuro mejor para todos los mexicanos. Es momento de dejar atrás la inercia y apostar por un México donde la prosperidad sea compartida y el desarrollo sea una realidad para todos.