
Inicio > Noticias > Seguridad Vial
11 de junio de 2025 a las 21:25
¡Evita Multas! Velocidad en Monterrey 2025
El exceso de velocidad, un fantasma que recorre las calles de Monterrey, no solo pone en riesgo la vida del conductor, sino que convierte a peatones y ciclistas en actores involuntarios de una tragedia potencial. Imaginen por un instante: una familia cruzando la calle, un niño persiguiendo un balón, un anciano caminando lentamente… De pronto, el rugido de un motor acercándose a una velocidad desmedida rompe la tranquilidad. El frenazo repentino, el sonido de las llantas contra el asfalto, la posibilidad de un impacto… La escena, aunque hipotética, nos congela la sangre. Y es que esta situación, lamentablemente, se repite con demasiada frecuencia en nuestras calles.
El Reglamento de Tránsito y Vialidad del Municipio de Monterrey, en su afán por proteger a la ciudadanía, establece un límite de velocidad de 50 km/h, una cifra que muchos parecen olvidar con facilidad. Este límite no es un capricho, es una medida de seguridad vital que, de ser respetada, podría evitar innumerables accidentes. Las señales de tráfico, mudos testigos de la imprudencia de algunos, nos recuerdan constantemente esta norma, pero a menudo son ignoradas. ¿A qué precio? A costa de la seguridad de todos.
Las autoridades locales, conscientes de la gravedad del problema, han implementado un sistema de multas que busca disuadir a los conductores de pisar el acelerador a fondo. Estas sanciones, que van desde los 565.70 pesos hasta los 3,394 pesos, se gradúan en función de la gravedad de la infracción. No se trata de recaudar fondos, sino de concientizar a la población sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.
Pero, ¿es suficiente con las multas? Si bien las sanciones económicas son una herramienta disuasoria, la verdadera solución reside en la educación vial. Es necesario inculcar desde temprana edad la responsabilidad que conlleva conducir un vehículo. Debemos entender que las calles no son pistas de carreras, sino espacios compartidos donde la prudencia y el respeto por las normas de tránsito deben prevalecer.
Pensemos por un momento en las consecuencias de un accidente a alta velocidad: lesiones graves, discapacidades permanentes, e incluso la pérdida de vidas. ¿Vale la pena arriesgar tanto por unos minutos de “ahorro” en el trayecto? La respuesta es un rotundo no. El tiempo que “ganamos” al exceder el límite de velocidad es insignificante comparado con el precio que podemos pagar.
La próxima vez que te sientes al volante, recuerda que tienes en tus manos la responsabilidad de tu propia vida y la de los demás. Respeta los límites de velocidad, conduce con precaución y contribuye a construir un Monterrey más seguro para todos. No permitamos que la velocidad se convierta en un sinónimo de tragedia. La vida no es una carrera, y llegar a nuestro destino sano y salvo es la única victoria que realmente importa.
Fuente: El Heraldo de México