La resonante victoria de Acción Nacional en Durango no es solo un número en las actas electorales, es la voz de miles de duranguenses que anhelan un cambio real, un gobierno que escuche y actúe. Desde la tranquilidad de Nuevo Ideal hasta el dinamismo de la capital, Durango, se palpa una nueva energía, una esperanza renovada que florece en cada calle, en cada hogar. Este triunfo, que nos consolida como la primera fuerza en habitantes gobernados, no es producto de la casualidad, sino del trabajo incansable, del compromiso férreo de nuestros militantes que, con paso firme, recorrieron cada rincón del estado, escuchando las inquietudes, comprendiendo las necesidades y ofreciendo soluciones tangibles a los problemas que aquejan a las familias duranguenses. No se trató de promesas vacías, sino de un diálogo constante, una cercanía genuina que construyó puentes de confianza entre el partido y la ciudadanía.

En Durango capital, la reelección de Toño Ochoa con una diferencia abrumadora de más de 20 puntos, no es solo un reconocimiento a su gestión, sino un testimonio de la transformación palpable que ha liderado. Su compromiso con la calidad de vida de las familias duranguenses se refleja en cada obra, en cada programa social, en cada acción de gobierno. Es un liderazgo que inspira, que une y que construye un futuro prometedor para todos.

Ante las adversidades, ante las maniobras cuestionables y el uso de recursos públicos con fines electorales, la ciudadanía duranguense se mantuvo firme, demostrando una madurez política admirable. Rechazaron las viejas prácticas y optaron por la transparencia, la honestidad y la eficacia que representa Acción Nacional. El contundente mensaje que enviaron relegando a Morena a la tercera posición refleja el hartazgo de la sociedad ante la opacidad y la falta de resultados. Es un llamado a la rendición de cuentas, a un gobierno cercano a la gente, que trabaje por el bienestar común y no por intereses particulares.

Esta victoria trasciende las fronteras de Durango; es un ejemplo a nivel nacional de que la política con sentido humano, la que prioriza a las familias y entrega resultados concretos, es la que prevalece. Es la confirmación de que la ciudadanía valora la responsabilidad, la cercanía y la capacidad de gestión. Es un llamado a la esperanza, a la construcción de un México donde cada familia tenga la oportunidad de crecer y desarrollarse plenamente.

A cada militante panista, a cada voluntario, a cada simpatizante, nuestro más profundo agradecimiento. Su pasión, su entrega y su lealtad son el motor de este triunfo. Este es su logro, la recompensa a su esfuerzo incansable. Ahora, con la mirada puesta en el futuro, asumamos la responsabilidad que nos ha conferido la ciudadanía. Consolidemos nuestros gobiernos municipales, fortalezcamos la coordinación con las autoridades estatales y federales, y trabajemos sin descanso en proyectos que transformen la vida de las familias duranguenses. Obras de calidad, seguridad efectiva, servicios municipales eficientes y políticas públicas que impacten positivamente en la vida de cada ciudadano, son nuestras prioridades.

Gracias, Durango, por su confianza. Sigamos juntos, construyendo un estado más próspero, un México donde las oportunidades sean una realidad para todos. ¡Adelante, Durango! ¡Adelante, México!