La esperada extensión de la Línea 12 del Metro, un proyecto que promete transformar la movilidad en la capital, continúa su curso a pesar de los desafíos. Recientes imágenes filtradas en redes sociales, compartidas por expertos en urbanismo y movilidad, nos ofrecen una visión privilegiada del avance de las obras, específicamente en la construcción del túnel que conectará con la terminal Observatorio. Estas fotografías, que muestran el frente de obra al sur de la futura estación Valentín Campa, revelan un escenario complejo, donde la ingeniería se enfrenta a las particularidades del subsuelo capitalino.

El ingeniero geólogo Alejandro S. Méndez, quien difundió las imágenes, detalla que las excavaciones se realizan a una impresionante profundidad de 25 metros. La presencia de un recubrimiento plástico amarillo en el túnel, dividido en dos niveles, evidencia las precauciones y la complejidad técnica que exige la obra. Más aún, se ha confirmado la existencia de una antigua mina en la zona, un obstáculo imprevisto que ha obligado a realizar maniobras especiales y, lamentablemente, ha provocado retrasos significativos en el cronograma.

Este hallazgo arqueológico industrial, si bien representa un reto para la ingeniería, también ofrece una fascinante ventana al pasado minero de la Ciudad de México. Imaginemos las historias que esas galerías subterráneas podrían contar, los ecos de un tiempo en que la ciudad se extendía bajo tierra en busca de riquezas minerales. Este descubrimiento, sin duda, añade un valor histórico y cultural al proyecto de la Línea 12, y plantea la posibilidad de integrar este patrimonio en la futura estación, quizás a través de exposiciones o recreaciones que permitan a los usuarios del metro conectar con el pasado de la ciudad.

La ampliación de la Línea 12, con sus tres nuevas estaciones –Álvaro Obregón, Valentín Campa y Observatorio–, es mucho más que una obra de infraestructura. Representa una apuesta por la conectividad y la integración regional, un paso crucial para mejorar la calidad de vida de miles de ciudadanos que diariamente se desplazan entre la Ciudad de México y el Estado de México. La futura conexión con la Línea 1 y el Tren Interurbano promete agilizar los traslados, reducir los tiempos de viaje y descongestionar otras rutas de transporte, contribuyendo así a una movilidad más eficiente y sostenible.

Es importante recordar que el último reporte oficial, presentado en octubre del año pasado por el entonces titular de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), Jesús Antonio Esteva Medina, indicaba un avance del 52.12%. Desde entonces, la ciudadanía ha esperado con ansias nuevas actualizaciones sobre el progreso de la obra. Si bien la información oficial ha sido escasa, las imágenes filtradas y los comentarios de expertos nos permiten vislumbrar que los trabajos continúan, a pesar de los retos.

La jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha reiterado en múltiples ocasiones su compromiso con la modernización y ampliación del Sistema de Transporte Colectivo Metro, como parte de una estrategia integral para fortalecer la movilidad en la capital. Este proyecto, junto con las mejoras en el Metrobús, el Trolebús y otras líneas del Metro, busca construir una ciudad más conectada, accesible e inclusiva, donde el transporte público sea una opción viable, eficiente y digna para todos. La Línea 12, con su extensión hasta Observatorio, se perfila como una pieza clave en este ambicioso rompecabezas de la movilidad urbana. A pesar de las dificultades y los retrasos, la promesa de un futuro mejor conectado se mantiene viva, avanzando lentamente, pero con paso firme, hacia su destino final.