La furia del agua se desató sobre la Zona Metropolitana de San Luis Potosí, dejando a su paso un escenario de caos vial y desesperación. Las intensas precipitaciones, que se prolongaron durante horas, convirtieron calles y avenidas en caudalosos ríos, obligando al cierre de importantes arterias viales y paralizando el sistema de transporte público. Miles de potosinos se vieron obligados a caminar largas distancias, enfrentándose a corrientes de agua que en algunos puntos alcanzaban niveles alarmantes.

El panorama en el Puente Naranja, acceso principal a Soledad de Graciano Sánchez, es desolador. El agua lo cubrió por completo, impidiendo el paso vehicular y generando un embotellamiento monumental que se extendió por kilómetros. Imágenes impactantes circulan en redes sociales, mostrando la magnitud de la inundación y la angustia de los conductores atrapados en medio del caos. Similar situación se vivió en el desnivel de la glorieta de la salida a Guadalajara, donde varios vehículos quedaron varados y al menos cinco personas tuvieron que ser rescatadas por los servicios de emergencia.

El bulevar Río Santiago, una de las principales vías de la ciudad, se convirtió en un auténtico río. Las corrientes impetuosas arrastraron todo a su paso, desde basura hasta vehículos, dejando una imagen de devastación que difícilmente se borrará de la memoria colectiva. El bulevar Río Españita corrió la misma suerte, obligando a las autoridades a implementar cierres viales para evitar mayores tragedias. La lateral de la avenida Salvador Nava también se vio afectada, agravando aún más el colapso vial que paralizó a la ciudad.

En Soledad de Graciano Sánchez, la situación no fue menos dramática. Diversos fraccionamientos, como Palma de la Cruz, se vieron severamente afectados por las inundaciones. Las alcantarillas colapsaron ante la inmensa cantidad de agua, provocando inundaciones en viviendas y dejando a familias enteras con pérdidas materiales considerables. La desesperación de los vecinos se hizo patente en las redes sociales, donde compartieron imágenes y videos de la tragedia, clamando por ayuda y soluciones inmediatas.

En el corazón de la ciudad, el primer cuadro, cientos de personas se vieron obligadas a caminar kilómetros bajo la lluvia en busca de un transporte público que les permitiera llegar a sus destinos. La mayoría de las rutas de camiones urbanos se vieron obligadas a desviar sus recorridos debido a las inundaciones, generando una escasez de transporte que afectó a miles de ciudadanos. La incertidumbre y el cansancio se reflejaban en los rostros de quienes, empapados y con el ánimo por los suelos, intentaban regresar a sus hogares.

Las redes sociales se convirtieron en el principal canal de comunicación y desahogo para los afectados. Quejas, llamadas a la solidaridad, peticiones de auxilio y recomendaciones para no salir de casa inundaron las plataformas digitales. También surgieron, como suele ocurrir en estas situaciones, los memes y las fotocomposiciones que, con un toque de humor negro, reflejan la realidad que se vive en la ciudad. Sin embargo, más allá del humor, la preocupación y la incertidumbre se mantienen latentes ante la posibilidad de que las lluvias continúen y agraven aún más la situación. Las autoridades hacen un llamado a la población a mantenerse informada, a seguir las recomendaciones de seguridad y a evitar salir de casa a menos que sea estrictamente necesario.