
11 de junio de 2025 a las 20:50
Adaptándose a los cambios en cajeros: ¿Listo para el 28 de junio?
La revolución digital no se detiene y la banca, un pilar fundamental de nuestra economía, no puede quedarse atrás. En México, si bien hemos visto avances significativos en la modernización de servicios financieros, la accesibilidad universal a los cajeros automáticos sigue siendo un desafío pendiente. La nueva legislación española, que entrará en vigor el 28 de junio, nos invita a reflexionar sobre cómo podemos mejorar la experiencia de todos los usuarios, especialmente aquellos con discapacidades, en la interacción con estos dispositivos.
España, con la Ley 11/2023, se coloca a la vanguardia en la inclusión financiera. Más allá de las transacciones habituales, la nueva ley permitirá el pago de multas e impuestos directamente en los cajeros, simplificando trámites burocráticos y acercando los servicios a la ciudadanía. Pero lo más destacable es su enfoque en la accesibilidad. La incorporación de guías de voz a través de auriculares, junto con la optimización de las pantallas táctiles para usuarios con discapacidad visual, representa un paso gigantesco hacia una banca verdaderamente inclusiva. Imaginemos el impacto positivo en la vida de una persona con discapacidad visual que puede realizar sus operaciones bancarias de forma autónoma y segura, sin depender de la asistencia de terceros.
Si bien en México ya se han implementado algunas mejoras en la accesibilidad de los cajeros, como la incorporación de botones en Braille y la opción de audioguía, aún queda camino por recorrer. La experiencia española nos ofrece un valioso referente para analizar y adaptar a nuestra realidad. La posibilidad de integrar el pago de servicios gubernamentales, como multas e impuestos, a través de los cajeros automáticos, podría agilizar trámites y descongestionar oficinas, beneficiando a toda la población.
La transformación de los cajeros automáticos no es meramente una cuestión tecnológica, sino una apuesta por la inclusión y la democratización de los servicios financieros. Es fundamental que la banca mexicana, en colaboración con las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil, impulse un diálogo constructivo para identificar las mejores prácticas internacionales y adaptarlas a las necesidades específicas de nuestro país.
El plazo de implementación hasta 2030 en España, considerando la vida útil de los cajeros, nos da una idea de la magnitud de la inversión y la planificación requerida para llevar a cabo esta modernización. Sin embargo, el beneficio social que se obtendrá justifica plenamente el esfuerzo. Una sociedad inclusiva es una sociedad más justa y próspera.
La modernización de los cajeros automáticos no se limita a la actualización de hardware y software. Implica un cambio de paradigma en la forma en que concebimos los servicios financieros, poniendo al usuario, con todas sus necesidades y capacidades, en el centro del diseño. El futuro de la banca se construye sobre la base de la innovación, la accesibilidad y la inclusión. México tiene la oportunidad de sumarse a esta tendencia global y construir un sistema financiero más equitativo y eficiente para todos.
Fuente: El Heraldo de México