La sombra del cáncer infantil se cierne sobre miles de familias cada año, un diagnóstico que llega sin previo aviso y transforma la vida en un instante. La detección temprana, ese preciado aliado en la lucha contra la enfermedad, se convierte en una herramienta vital, una línea divisoria entre la esperanza y la desesperanza. Si bien existen protocolos como el Control del Niño Sano, diseñados para identificar señales de alerta en etapas tempranas, la realidad en México presenta un panorama desigual. La falta de recursos, tanto humanos como de infraestructura, sumado al desconocimiento de muchos padres sobre la existencia de este programa, dificulta su acceso y aplicación homogénea en todo el territorio nacional. Este obstáculo se traduce en una dolorosa estadística: tres mil niños y niñas pierden la batalla contra el cáncer anualmente, víctimas de una detección tardía que les roba la oportunidad de una lucha en igualdad de condiciones.

La historia de Andrés, un pequeño guerrero que sucumbió a la leucemia hace dos décadas, es un testimonio de esta realidad. Sin embargo, su partida no fue en vano. Sus padres, impulsados por el amor y el dolor, transformaron su pérdida en un faro de esperanza para otras familias: la Asociación Aquí Nadie Se Rinde (ANSeR). Esta organización se ha convertido en un pilar fundamental para quienes enfrentan el cáncer infantil, ofreciendo no solo apoyo financiero para costosos tratamientos como el trasplante de médula ósea, sino también un acompañamiento integral que abarca desde terapia psicológica hasta clases de regularización escolar para los pacientes y sus hermanos, quienes a menudo ven interrumpida su educación por largos periodos. ANSeR entiende que la lucha contra el cáncer no se limita al ámbito médico, sino que impacta en todos los aspectos de la vida familiar. Por ello, ofrece talleres y programas que buscan fortalecer el bienestar económico y emocional de las familias, creando una red de apoyo que les permite afrontar la enfermedad con mayor fortaleza.

En sus veinte años de trayectoria, ANSeR ha brindado apoyo a más de seis mil quinientas personas, convirtiéndose en un símbolo de perseverancia y esperanza. Cada año, un promedio de 712 familias encuentran en ANSeR un aliado invaluable en su lucha. Para sostener esta labor, la asociación organiza desde hace 16 años la Carrera Aquí Nadie Se Rinde, una iniciativa que une deporte y solidaridad en un evento conmovedor.

El próximo 29 de junio de 2025, el circuito de Ciudad Universitaria se vestirá de esperanza para la decimoséptima edición de esta carrera. Con distancias de 5 y 10 kilómetros para adultos, carreras infantiles y una caminata simbólica "Dejando Huella", la carrera ofrece una oportunidad para que la comunidad se sume a esta noble causa. La participación tiene un costo de $550 para adultos y $350 para niños, y la totalidad de lo recaudado se destinará a los programas de apoyo de ANSeR.

Inscribirse en la Carrera Aquí Nadie Se Rinde es mucho más que participar en un evento deportivo; es un acto de solidaridad, un gesto de acompañamiento a cada niño y niña que enfrenta la dura batalla contra el cáncer. Es correr por quienes luchan, honrar la memoria de quienes ya no están y alimentar la esperanza de quienes sueñan con un futuro libre de enfermedad. Cada paso en el circuito se convierte en un paso hacia un México donde la detección temprana del cáncer infantil sea una realidad para todos, y donde ninguna familia tenga que recorrer este camino en soledad. Únete a esta causa, inscríbete en asdeporte.com y corre por la esperanza.