10 de junio de 2025 a las 17:55
Sheinbaum vs. OEA: ¿Golpe a la democracia?
La reciente declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA) respecto a la elección del Poder Judicial de la Federación en México ha generado una enérgica respuesta por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. La mandataria cuestionó la legitimidad de la OEA para intervenir en procesos internos del país, preguntándose con firmeza "¿De dónde lo sacan?", al referirse al llamado de la organización a otros países latinoamericanos para no replicar el modelo mexicano.
Sheinbaum Pardo enfatizó que la presencia de la OEA durante el proceso electoral se limitó a la observación, y que de ninguna manera les otorga la autoridad para emitir juicios o recomendaciones sobre la metodología empleada. "Pueden venir como observadores y decir qué pasó el día de la elección", puntualizó, "pero ¿de dónde sacan la autoridad para orientar a otros países sobre cómo deben elegir a su poder judicial?". La presidenta recalcó que la OEA no estuvo involucrada en el proceso de diseño e implementación de la elección, y por lo tanto, su evaluación carece de fundamento.
Además, la jefa del Ejecutivo argumentó que la OEA se está precipitando al emitir un juicio, ya que los candidatos electos aún no han tomado posesión de sus cargos. "No pueden juzgar una elección cuyos resultados todavía no se han materializado completamente", afirmó. Este apresuramiento, según Sheinbaum Pardo, evidencia una clara intromisión en asuntos internos de México, y una extralimitación de las funciones de la organización internacional.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, siguiendo las instrucciones de la presidenta, enviará una carta formal a la OEA expresando el desacuerdo del gobierno mexicano con las declaraciones emitidas. En la misiva, se reiterará la soberanía de México en sus asuntos internos, y se rechazará cualquier intento de injerencia por parte de organismos internacionales. La carta también servirá como un recordatorio del papel de la OEA como observador, y no como juez o legislador de los procesos electorales de los países miembros.
La presidenta Sheinbaum Pardo negó categóricamente que México esté considerando abandonar la OEA, pero insistió en la necesidad de que la organización respete la soberanía de cada país y se limite a cumplir con su mandato original. "No se trata de romper relaciones, sino de exigir respeto y un apego estricto a sus funciones", declaró. La firme postura de la mandataria refleja la defensa de la autonomía de México en la toma de decisiones sobre sus instituciones y procesos democráticos.
Este episodio pone de manifiesto la tensión existente entre la soberanía nacional y la participación de organismos internacionales en asuntos internos. La reacción de la presidenta Sheinbaum Pardo ha generado un amplio debate sobre los límites de la injerencia internacional y la importancia de resguardar la autonomía de cada país en la construcción de su democracia. La discusión continúa abierta, y se espera que la respuesta de la OEA a la carta de la Secretaría de Relaciones Exteriores aclare su posición y contribuya a un diálogo constructivo sobre el tema.
Fuente: El Heraldo de México