
10 de junio de 2025 a las 23:20
Sentencia a "Pool" por atentado a Ciro Gómez Leyva
La sombra de la violencia que se cierne sobre el periodismo mexicano se materializa una vez más con la sentencia de 12 años de prisión para Paul Pedro Francis Gómez Jaramillo, alias "Pool". Un nombre que, hasta hace poco, permanecía en el anonimato, ahora se graba a fuego en la memoria colectiva como el conductor del vehículo que cerró el paso a Ciro Gómez Leyva la noche del 15 de diciembre de 2022, una noche que pudo haber terminado en tragedia. La imagen del Seat color negro, bloqueando el camino a la camioneta del reconocido comunicador, se convierte en un símbolo escalofriante de la vulnerabilidad que enfrentan quienes se dedican a informar.
Un juicio de apenas hora y media en el Reclusorio Norte, presidido por el juez Edmundo Manuel Perusquia, fue suficiente para dictar la sentencia. "Pool", según informa Radio Fórmula, aceptó su culpabilidad en los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y asociación delictuosa. Una confesión que, si bien aporta un cierto grado de cierre, deja un mar de preguntas sin respuesta. ¿Quién orquestó el ataque? ¿Cuáles fueron los motivos reales detrás de este intento de asesinato? ¿Quiénes son los otros implicados que aún permanecen en las sombras?
El eco de los disparos resuena aún en la memoria de Gómez Leyva, quien a escasos 200 metros de su hogar, en la alcaldía Álvaro Obregón, se enfrentó cara a cara con la muerte. "Me dispararon con la intención clara de matarme", declaró el periodista en su cuenta de X, palabras que condensan la crudeza de la situación y el peligro latente que acecha a la prensa en México. La camioneta blindada, que en esa ocasión se convirtió en su escudo protector, nos recuerda la fragilidad de la vida y la necesidad imperante de garantizar la seguridad de quienes ejercen la libertad de expresión.
La sentencia contra "Pool" es un paso importante en la búsqueda de justicia, pero no es el final del camino. Es un recordatorio de la lucha constante contra la impunidad y la necesidad de llegar al fondo de este y otros atentados contra la prensa. Las investigaciones deben continuar, profundizando en las redes de complicidad que hacen posible estos actos de violencia. No basta con castigar a los autores materiales, es fundamental desmantelar las estructuras que los amparan y los impulsan. El futuro del periodismo en México depende de la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de quienes informan y de la sociedad para exigir que estos crímenes no queden impunes. La condena a "Pool" es una pieza del rompecabezas, pero faltan muchas más para completar la imagen y comprender la magnitud de la amenaza que se cierne sobre la libertad de prensa. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué estamos haciendo como sociedad para proteger a quienes nos informan y defienden nuestro derecho a saber?
Fuente: El Heraldo de México