Un oasis verde se abre paso en el corazón del poniente de San Pedro Garza García. Imaginen un espacio donde la naturaleza se funde con la vida urbana, un respiro de aire fresco en medio del ritmo acelerado de la ciudad. Este sueño está a punto de convertirse en realidad con el Gran Parque, un ambicioso proyecto que promete transformar la dinámica social y urbana de la zona. Más que un simple parque, se trata de un pulmón verde de 11 hectáreas, un espacio de convivencia familiar donde la comunidad podrá reconectar con la naturaleza y disfrutar de momentos inolvidables.

Olvídense del cemento y el ruido, el Gran Parque nos invita a sumergirnos en un entorno natural, con 1.3 hectáreas de cuerpos de agua tratada que serpentean por el paisaje, creando un ecosistema vibrante. Dos lagos cristalinos reflejan el cielo, un humedal palpita con vida, un río artificial fluye con tranquilidad y dos cascadas añaden una nota musical al ambiente. Imaginen pasear por senderos rodeados de árboles nativos, disfrutar de un picnic bajo la sombra, o simplemente contemplar la belleza del agua.

Pero el Gran Parque no es solo un espacio para la contemplación, es un lugar para vivirlo. Los más pequeños podrán desatar su energía en los juegos infantiles, mientras los jóvenes practican sus habilidades en el skatepark o la cancha multiusos. El foro al aire libre se convertirá en escenario de eventos culturales y artísticos, y el embarcadero nos permitirá explorar los lagos desde una perspectiva diferente. Incluso se contempla la posibilidad de un museo, que enriquecerá aún más la oferta cultural del parque.

Este proyecto, con una inversión de 600 millones de pesos, no solo embellecerá el paisaje urbano, sino que también impulsará un cambio social significativo. El alcalde Mauricio Fernández Garza ha enfatizado la importancia de la justicia social, asegurando que este parque, uno de los más importantes de San Pedro, estará al alcance de todos, especialmente de las comunidades del poniente.

El reconocido arquitecto paisajista Mario Schjetnan, la mente maestra detrás del diseño, ha concebido el Gran Parque como un espacio postindustrial, un símbolo de la transformación urbana. Zonas que antes albergaban industrias, ahora se convertirán en un oasis de recreación y convivencia, demostrando que el desarrollo urbano y la naturaleza pueden coexistir en armonía.

La visión de Schjetnan va más allá de la estética. El parque busca recuperar la conexión con el agua, un elemento vital en la historia de Monterrey. Los lagos artificiales, alimentados con agua tratada, recrearán los ecosistemas hídricos del valle, recordándonos la importancia de preservar este recurso.

Con una fecha de inicio proyectada para este mismo año y una duración estimada de 14 a 16 meses, la espera por el Gran Parque está a punto de terminar. Antes del verano de 2027, las familias de San Pedro Garza García podrán disfrutar de este nuevo pulmón verde, un espacio que promete mejorar la calidad de vida y fortalecer el tejido social. El Gran Parque no es solo un proyecto, es una promesa de un futuro más verde y conectado con la naturaleza. Un futuro donde la convivencia familiar y el bienestar de la comunidad son la prioridad.